Una encuesta realizada por el Frente Parlamentario Conjunto para la Educación, en colaboración con Equidade.info, una iniciativa del Centro Lemann de la Escuela de Posgrado en Educación de Stanford, reveló que el 88% de los estudiantes afirmó prestar más atención en clase. Solo en secundaria, el 70% de los entrevistados admitió este progreso.
El estudio también muestra que el 77% de los administradores y el 65% del profesorado reportaron una disminución del ciberacoso en sus escuelas. Sin embargo, entre los estudiantes, solo el 41% notó este cambio, lo que sugiere que algunos conflictos podrían pasar desapercibidos para profesores y administradores.
Según la encuesta, el 44% de los estudiantes reportó sentirse más aburridos durante los recreos. Las cifras son mayores entre los estudiantes de primaria (47%) y los estudiantes del horario matutino (46%). Además, el 49% del profesorado reportó que los estudiantes experimentaron mayor ansiedad debido a la falta de uso del celular.
En cuanto al comportamiento estudiantil, la región noreste destaca positivamente, representando el 87% del progreso reportado. Las regiones Centro-Oeste y Sudeste muestran las tasas de mejora más bajas en el entorno escolar, con un 82% que señala que la efectividad de las medidas tiende a variar según la región.
“Proteger a nuestros estudiantes del uso del teléfono celular en el aula garantiza un entorno más saludable y centrado en el aprendizaje. Los resultados que vemos hoy confirman que la educación debe ser una prioridad, con políticas que cuiden el presente y preparen el futuro de nuestros jóvenes”, declaró el diputado Rafael Brito, presidente del Frente Parlamentario Conjunto para la Educación.
Claudia Costin, directora de Equidade.info, enfatizó que la investigación muestra un progreso positivo en la concentración y atención de los estudiantes, pero problemas como el aburrimiento, la ansiedad y el acoso escolar, que aún prevalecen entre los estudiantes, indican que persisten desafíos.
“Según los administradores, se ha observado una disminución significativa del ciberacoso, pero es crucial escuchar a los estudiantes que aún experimentan el problema. En otras palabras, la conclusión es que las restricciones han sido positivas, pero por sí solas no son suficientes: las escuelas deben crear alternativas de interacción y estrategias específicas para cada grupo de edad”, enfatizó Costin. Según Guilherme Lichand, coordinador de Equidade.info y profesor de la Escuela de Posgrado en Educación de Stanford, quien dirigió la investigación, los datos refuerzan la necesidad de estrategias diferenciadas por grupo de edad y sistema escolar, así como el desarrollo de prácticas pedagógicas que mantengan la participación de los estudiantes y promuevan su bienestar incluso sin celulares en el aula.
“El siguiente paso es garantizar que la ley se aplique efectivamente en todas las etapas, respetando las particularidades de cada contexto escolar. De esta manera, podremos transformar la medida en una política duradera que combine el enfoque académico con el bienestar estudiantil”, enfatizó Lichand.
La ley brasileña que prohíbe el uso de celulares por parte de los estudiantes en las escuelas se promulgó en enero de 2025, tras su aprobación por el Congreso Nacional. El estudio encuestó a 2840 estudiantes, 348 docentes y 201 administradores de escuelas municipales, estatales, privadas y públicas de todo el país entre mayo y julio de 2025. (Fuente: Agencia Brasil)