El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, declaró toque de queda en cinco provincias y extendió el estado de emergencia a una octava. Estas medidas se adoptaron en respuesta a las protestas anunciadas por la eliminación del subsidio al diésel, que resultó en un aumento del precio del galón de US$1,80 a US$2,80, lo que generó indignación entre los trabajadores del transporte y otros sectores sociales.
El Decreto Ejecutivo 146 establece un toque de queda de 22:00 a 05:00 en las provincias de Cotopaxi, Imbabura, Chimborazo, Bolívar y Carchi. Además, suspende el derecho a la libertad de reunión.
El gobierno de Noboa afirmó que estas medidas eran necesarias para proteger el orden público y prevenir manifestaciones violentas o abusivas que pudieran perturbar la vida cotidiana y la economía. Quienes incurran en actos de terrorismo, bloqueos ilegales de carreteras o violencia organizada serán sancionados conforme a la ley, publicó la Presidencia ecuatoriana en redes sociales, acusando a la oposición de sembrar dudas e imponer sus demandas al mandato popular.
Es una medida apropiada reducir la circulación durante la noche y la madrugada, de acuerdo con el nivel de riesgo de cada localidad, argumentó el Presidente en el decreto.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) convocó a un paro nacional inmediato e indefinido para exigir la revocación de la eliminación del subsidio y protestar contra otras políticas gubernamentales.
Esta semana, Noboa declaró el estado de emergencia por 60 días en las provincias de Carchi, Imbabura, Pichincha, Azuay, Bolívar, Cotopaxi y Santo Domingo de los Tsáchilas debido a la grave agitación interna, añadiendo Chimborazo a la lista este jueves.
En el escenario actual, las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional pueden prevenir y disolver concentraciones en espacios públicos donde se identifiquen amenazas a la seguridad, según se ordenó.