En un intento de mostrar un Gobierno que sigue con normalidad tras la derrota electoral del domingo pasado en la provincia de Buenos Aires, el presidente argentino Javier Milei trasladó su rutina diaria de la Residencia de Olivos a la Casa Rosada por cuatro jornadas consecutivas.
Solo esta semana, ha presidido múltiples reuniones de Gabinete, creado una mesa de diálogo federal para mejorar las relaciones con los gobernadores, nombrado un ministro del Interior, se ha reunido con el director del Banco Interamericano de Desarrollo, y con el CEO global de Ericsson, Börje Ekholm, junto con Yossi Cohen, CEO de Ericsson Américas; Rodrigo Dienstmann, presidente de Ericsson Sudamérica; y Carolina Barrionuevo, Country Manager de Ericsson Argentina.
La reunión no fue una sorpresa, considerando que el gobierno libertario se había comprometido a no permitir la formación de monopolios tras la compra de Telefónica por Telecom Argentina.
Mientras tanto, la secretaria presidencial (y hermana) Karina Milei visitó el Congreso junto con el ministro de Economía, Luis Toto Caputo, para abordar las desavenencias entre los diputados del partido oficialista y prevenir posibles deserciones, dada la pérdida de fuerza política resultannte de las elecciones del domingo.
Karina Milei y Caputo crearon una comisión presidida por la diputada Lilia Lemoine para mantener la unidad de La Libertad Avanza (LLA) ante las inminentes elecciones legislativas en otros distritos, así como para proteger la presidencia de la Cámara a cargo del diputado Martín Menem.
También les comunicó a los 19 legisladores de LLA que no habría sesiones en los próximos días para esperar a que se tranquilicen las aguas, según medios locales.
Lemoine y su colega diputada Romina Diez, de Santa Fe, intentarán contener a los suyos y tender puentes con futuros legisladores. Esta medida se tomó después de que Carlos D'Alessandro, Gerardo González y Marcela Pagano abandonaran el bloque semanas atrás.