Un apagón masivo azotó el oriente de Cuba este domingo, afectando a millones de personas en cinco provincias: Las Tunas, Granma, Holguín, Santiago de Cuba y Guantánamo.
El apagón, que comenzó a las 19:37 hora local, se debió a una falla en la línea de alta tensión de 220 kilovoltios Nuevitas-Tunas. La falla provocó un disparo automático que activó los sistemas de protección, provocando el apagado total de la red eléctrica en la región.
El Ministerio de Energía y Minas de Cuba y la Unión Eléctrica de Cuba (UNE) trabajaron para restablecer el suministro eléctrico, y en algunas zonas, como Las Tunas y Holguín, el servicio volvió a las 22:02. Sin embargo, la recuperación total en las provincias afectadas estaba en curso.
El apagón generó frustración generalizada y quejas en redes sociales de los residentes, que quedaron a oscuras y con calor. La falta de comunicación oficial inmediata por parte de las autoridades también contribuyó al descontento público. Este incidente forma parte de una crisis energética más amplia y continua en Cuba, caracterizada por apagones frecuentes y prolongados. La crisis se atribuye, entre otros factores, al deterioro de la infraestructura.
La red eléctrica del país depende de centrales termoeléctricas obsoletas, con un mantenimiento deficiente, sumado a un suministro limitado de combustibles fósiles necesarios para su funcionamiento. Además, se explicó que existe un déficit significativo entre la capacidad de generación eléctrica y la demanda nacional.
La situación se ha agravado tanto que, en algunas provincias orientales, los cortes de electricidad pueden durar más de 20 horas al día. Si bien el gobierno invierte en proyectos de energía solar, estas nuevas plantas no han sido suficientes para compensar el desequilibrio entre la oferta y la demanda.