Un ciudadano iraní fue condenado a tres meses de prisión en Uruguay por ingresar al país con un pasaporte israelí falso. El hombre había sido deportado previamente de El Salvador, donde también utilizó el documento apócrifo.
El caso generó preocupación en el gobierno uruguayo, lo que llevó al presidente Yamandú Orsi a informar a los líderes políticos sobre la situación debido a las tensiones internacionales entre Irán e Israel. Si bien las autoridades están en alerta, han declarado que no hay información que sugiera la presencia de células terroristas en el país.
El acusado se encuentra recluido en la prisión de Punta de Rieles tras un acuerdo con la fiscal Graciela Peraza, quien dio por cerrado el caso.
En un caso judicial separado, los militares retirados Héctor Rombys y Arquímedes Maciel fueron condenados a 24 años de prisión por el asesinato del activista Luis Batalla en mayo de 1972. Batalla, miembro del Partido Demócrata Cristiano, fue secuestrado y torturado durante cuatro días, falleciendo a causa de una ruptura de hígado.
El fallo de la jueza Verónica Peña declaró a Rombys y Maciel culpables de homicidio agravado, abuso de autoridad y privación de libertad, rechazando sus alegaciones de no haber participado en la tortura. El caso se había archivado previamente en 1988 bajo una ley de caducidad, pero fue reabierto en 2013 por el fiscal Ricardo Perciballe, especializado en crímenes de lesa humanidad.
La magistrada del 27.º Tribunal Penal rechazó los argumentos de la defensa de Rombys, quien admitió haber participado en los interrogatorios de militantes del batallón, pero afirmó no haber participado en la tortura que condujo a la muerte de Batalla. La jueza señaló que, con base en los testimonios de víctimas del terrorismo de Estado, otros militares y otras pruebas recabadas en la investigación penal, se puede concluir razonablemente que estuvieron presentes en el interrogatorio.
Batalla, de 32 años, fue arrestado el 20 de mayo de 1972 y trasladado al Batallón de Infantería 10, donde fue torturado durante cuatro días hasta su muerte. La investigación penal determinó que el S2 de la unidad, el capitán Rombys, y el juez de instrucción, Héctor da Rosa, participaron en los interrogatorios y la tortura, ”con la supervisión y, en ocasiones, la participación directa de los oficiales externos Capitán Antonio Mato (hoy prófugo), Mayor Washington Perdomo (ya fallecido), perteneciente al SID, y el Mayor Arquímedes Maciel, del OCOA IV”.
El día de su muerte, Batalla fue torturado por Mato y Perdomo en el casino de la tropa y abandonado en la plaza de armas, donde se desplomó. La autopsia determinó que la causa de la muerte fue anemia aguda causada por rotura traumática del hígado.