Un ciudadano iraní fue condenado a prisión en Uruguay tras intentar ingresar al país con un pasaporte israelí falso, según reveló este jueves el semanario Búsqueda. El caso tuvo lugar en el contexto del reciente conflicto entre Irán, Israel y Estados Unidos, denominado por Washington como la “guerra de los 12 días”.
El individuo había llegado desde Brasil entre el 12 y el 13 de junio, y viajó desde Montevideo hacia El Salvador el día 14. Sin embargo, las autoridades salvadoreñas le negaron el ingreso y lo devolvieron a la capital uruguaya. Fue entonces cuando las autoridades constataron la falsedad del documento que portaba y procedieron a su detención.
“Esa persona fue formalizada y está a disposición de la Justicia”, declaró Mario Layera, director de la Secretaría de Inteligencia Estratégica del Estado (SIEE), durante una comparecencia ante la Comisión Especial de Control del Sistema Nacional de Inteligencia. Según confirmó el Ministerio del Interior a Búsqueda, el individuo ya fue condenado y cumple prisión efectiva por uso de documento falso.
Layera explicó que el incremento de las tensiones en Medio Oriente llevó a las autoridades uruguayas a reforzar los controles fronterizos, especialmente con Brasil. La detención del ciudadano iraní se dio en ese marco de alerta.
Consultado sobre la presencia de organizaciones extremistas como Hezbolá en Uruguay, Layera reconoció que no existen antecedentes concretos, pero aseguró que la vigilancia se mantiene activa: “Todos conocemos que existen comunidades cercanas, pero hasta ahora no hay ningún hecho que nos proporcione un antecedente claro”.
En paralelo, la embajada iraní en Montevideo envió una carta al Senado uruguayo condenando los ataques de Israel y Estados Unidos contra su país, y solicitando una posición firme por parte del Parlamento uruguayo. La misiva, firmada por el legislador iraní Mohammad Sargazi, denuncia “violaciones al derecho internacional” y pide sanciones contra Israel por “genocidio” en Gaza.
El incidente pone de relieve las tensiones geopolíticas en la región y sus posibles ramificaciones en América Latina, donde las autoridades permanecen atentas a los movimientos migratorios y posibles amenazas vinculadas a conflictos internacionales.