No queda nada ya de la buena relación entre el exdirector del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) de EE. UU., Elon Musk, y el presidente Donald Trump tras sus desacuerdos sobre el proyecto de ley de presupuesto. Musk negó haber visto el documento antes de su aprobación.
Mientras Trump afirmó que Musk estaba molesto por la postura de la administración republicana sobre los vehículos eléctricos, que afectaban a las industrias Tesla del magnate, éste subió la apuesta, afirmando que Trump era un asiduo a la isla sexual de Jeffrey Epstein. Además, apoyó la idea de destituir a Trump en redes sociales.
Por su parte, Trump argumentó que había ayudado significativamente a Musk y que alguna vez tuvieron una relación sólida. Le quité su mandato de vehículos eléctricos que obligaba a todos a comprar coches eléctricos que nadie más quería, dijo Trump en una publicación de Truth Social este jueves. ¡Simplemente se volvió loco!.
No me importa que Elon se vuelva en mi contra, pero debería haberlo hecho hace meses, añadió.
Musk contribuyó con aproximadamente 250 millones de dólares a la campaña de Trump. Sin mí, Trump habría perdido las elecciones, los demócratas controlarían la Cámara de Representantes y los republicanos tendrían 51-49 en el Senado, dijo en X.
Tras su discusión pública, las acciones de Tesla cayeron significativamente. Trump insinuó la posibilidad de cancelar contratos federales con las empresas de Musk. En respuesta, el empresario sugirió crear un nuevo partido político, lo cual recibió un fuerte apoyo en una encuesta en línea.