La Embajada de EE. UU. en Brasil emitió una alerta de viaje instando a los ciudadanos estadounidenses a extremar la precaución debido a los altos índices de delincuencia, incluyendo delitos violentos y secuestros. La nota destaca los riesgos asociados con las zonas urbanas, las favelas, las comunidades y las regiones fronterizas.
La advertencia menciona que incidentes como delitos violentos, como asesinatos, robos a mano armada y robos de vehículos, pueden ocurrir en cualquier momento. La misión diplomática también citó casos de secuestro de viajeros estadounidenses para obtener un rescate.
Asimismo, se informó a los ciudadanos estadounidenses que la actividad de pandillas del crimen organizado vinculada al narcotráfico es prevalente y que los extranjeros han sido víctimas de drogas y robos en bares y a través de aplicaciones de citas.
La actividad de pandillas y el crimen organizado están muy extendidos y a menudo están vinculados al tráfico de drogas recreativas, señaló la misión. Las agresiones físicas, con el uso de sedantes y drogas en las bebidas, son comunes, especialmente en Río de Janeiro. Los delincuentes atacan a los extranjeros a través de aplicaciones de citas o en bares antes de drogarlos y robarlos.
Además, se advirtió a los empleados del gobierno estadounidense contra el uso de autobuses municipales debido al riesgo de robo y se les prohibió viajar sin autorización a ciertas zonas descritas como urbanizaciones informales (en concreto, favelas) y a regiones administrativas específicas de Brasilia conocidas como ciudades satélite.
Ni las agencias de viajes ni la policía pueden garantizar su seguridad al ingresar a estas comunidades, indica la advertencia.
Por último, se desaconseja viajar a menos de 160 km (100 millas) de las fronteras terrestres de Brasil con Bolivia, Colombia, Guyana, Guayana Francesa, Paraguay, Perú, Surinam y Venezuela, excepto a los parques nacionales de Iguazú y Pantanal. Las zonas cercanas a Argentina y Uruguay no se clasificaron como amenazantes.
El aviso también sugiere medidas de seguridad como evitar objetos de valor ostentosos, planificar posibles emergencias y mantener la comunicación con la familia.
Un comunicado previo del gobierno estadounidense criticó las políticas económicas de Brasil, alegando que afectan negativamente a la economía estadounidense.