Ecuador ha decretado el uso obligatorio de mascarillas en escuelas de provincias como Guayas, Manabí, Santo Domingo de los Tsáchilas, Guayaquil y Pichincha durante 60 días debido a la alerta epidemiológica causada por el aumento de casos de tos ferina (321, principalmente en niños) y fiebre amarilla (cuatro casos en provincias amazónicas). En este escenario, los Ministerios de Educación y Salud implementan medidas preventivas, incluyendo brigadas médicas y una campaña de vacunación.
No se trata de una emergencia de epidemia; no hay epidemia, explicó el ministro de Salud, Edgar Lama. De lo que hablamos es de prevenir la existencia de una epidemia, y por eso debemos actuar con mucha agresividad y decisión, añadió. Según Lama, la fiebre amarilla está contenida en la Amazonía ecuatoriana. La tos ferina (tos convulsa) es una enfermedad bacteriana aguda que afecta las vías respiratorias y es más grave en bebés y niños. En Ecuador, se registraron al menos 300 casos en menores de un año y otros 38 en niños de entre uno y cuatro años.
Simultáneamente, Ecuador enfrenta una contingencia sanitaria debido a la presencia de cuatro casos de fiebre amarilla, por lo que se promueve una campaña de vacunación contra esta enfermedad. Esta enfermedad viral, que se transmite por picaduras de mosquitos, puede afectar tanto a humanos como a primates y, en caso de complicaciones graves, causa insuficiencia hepática, hemorragias e incluso la muerte. A partir del 12 de mayo, Ecuador exigirá certificados de vacunación contra la fiebre amarilla a los viajeros de entre 1 y 59 años procedentes de Colombia, Brasil, Perú y Bolivia. El mes pasado, Colombia declaró emergencia sanitaria nacional debido a la circulación activa del virus de la fiebre amarilla.
Una tercera alerta sanitaria por leptospirosis se suma a las alertas sanitarias emitidas en Ecuador tras la muerte de ocho niños en los últimos días en la localidad de Taisha, en la provincia amazónica de Morona Santiago. Inicialmente, el Ministerio de Salud no determinó la causa de estas muertes, pero admitió el pasado sábado que se debieron a la bacteria leptospira, causante de la leptospirosis, una infección que se adquiere a través de las heces o la orina de ciertos animales infectados y se transmite a los humanos por agua o tierra contaminada o por contacto directo con animales.