Si bien la atención y el debate en las Islas Falkland se ha centrado en el uniforme ceremonial del Gobernador/a, si continuarlo o eliminarlo, también persisten las diferencias o las observaciones respecto a las nuevas instalaciones portuarias, que implican el desmantelamiento de la antigua estructura existente desde después de la guerra de 1982, conformado por grandes contenedores, (también utilizados como depósitos) armados como si fueran piezas de un Lego. Lo cierto es que después de cuatro décadas, han más que cumplido su función.
Sobre el tema reproducimos cartas publicadas en el Penguin News de la cual se desprenden parte del proceso actual y como se vislumbra el avance de las obras. Obras que el mundo empresarial de las Falklands entiende son necesarias, ya sea como renovación y/o reemplazo de la vieja estructura.
En una carta abierta, Gerald Cheek, Isleño de varias generaciones y muy vinculado al tema de la conectividad de las Islas, por sus conocimientos y experiencia en materia de aviación afirma lo siguiente, bajo el titulo de “Rocas o Acero”,
“Sobe el tema del nuevo muelle, y a continuación de la carta en el la edición del último número (*) del Penguin News, soy de la opinión que muchas personas estarán de acuerdo en que deberíamos estar utilizando piedras en la construcción del nuevo muelle.
Después de todo no es novedad que el acero y el agua salada de mar no se asimilan muy bien y además obviamente nos costará millones libras adquirir y fletar el acero a las Islas, y más pronto que tarde, precisará ser reemplazado, nuevamente costando más millones.
En el caso de la piedra hay más que suficiente en las Islas y por tanto resultaría mucho menos caro para el suministro del muelle nuevo a construir, y más aún no precisaría de mantenimiento ni la necesidad de reemplazarlo.
Basta con mirar al otro lado de la rada de Stanley para ver el muelle en comba, el cual fuera construido con piedras de las Falklands, y fuera instalado hace más de cien años, y hoy en día está en tan buenas condiciones como lo fuera entonces.
(*) El Sr. Gerald Cheek refiere a una carta publicada en anterior edición del Penguin News en la cual el ciudadano de las Islas, Norman Clark sostiene que “con el nivel actual de aranceles en el comercio mundial, y la subyacente incertidumbre con la industria de acero del Reino Unido, quizá el gobierno de las Falklands tendría que reconsiderar la estructura de metal del puerto nuevo, y utilizar nuestros propios recursos naturales, o sea la piedra.
El solo pensar en la sobrecarga presupuestal en que se pueda originar por dicho proyecto, nos haría ver los sobrecostos en que se incurrió con la residencia para la tercera edad, Tussac House, como apenas una partida del Juego de Millonario.
¨Ni dos dedos de frente”
Algo bastante más duro fue el razonamiento de la ex legisladora de las Falklands, Norma Edwards al referirse al manejo actual de los dineros públicos de la Tesorería de las Islas.
Incluyó en su carta observaciones relativas a la toma de créditos internacionales, los fondos invertidos hasta el momento por el puerto nuevo, el costo para la construcción de un depósito nuevo para la lana, sin olvidar el agujero negro del fondo de jubilaciones, y las necesidades de invertir en el hospital y la planta generadora de electricidad.
Norma Edwards titula su carta, en traducción libre de “Brains in the backside”, “No tienen ni dos dedos de frente”
“En el Penguin News del 21 de marzo un pequeño artículo en la página 3 informa que nuestro gobierno ha logrado un préstamo de £150 millones para ayudar con el financiamiento del programa de inversiones de capital.
Son £100 millones de L&G y otros £50 millones de Aberdeen Group PLC (astutos viejos escoceses, ellos sí saben lo que hacen).
Aparentemente esta nota de crédito no asegurada, de interés fijo, ha generado significativo interés tanto en el Reino Unido como en América del Norte. Lo único que uno puede desear es que el interés en América del Norte sea de Canadá y no de Estados Unidos, teniendo en cuenta todo lo que está sucediendo en ese país.
El gobierno se muestra orgulloso en anunciar que se han asegurado términos competitivos, pero esto igualmente significa que tendremos que repagar unos £9 millones anualmente en intereses hasta 2040 y luego a partir del 2040 hasta el 2050 estaremos repagando los £ 9 millones anuales, además de la totalidad del préstamo de capital de £150 millones.
Visto el estado en que se encuentra el mundo actualmente (y nada parece indicar que vaya camino a mejorar en un futuro próximo), y con nuestra industria de pesca, se nos ha dicho, sufriendo del cambio climático, lo cual significa que el calamar es muy probable se trasladen a un nuevo hogar, he llegado a la conclusión que nuestros legisladores electos apenas tienen dos dedos de frente y se sienten muy cómodos en esa situación, con el poco uso del cerebro que lucen.
Si no contamos con suficiente dinero para financiar el puerto coqueto que se pretende, por amor a Dios consigamos alguna barcaza nueva para reemplazar la del oeste, la más deteriorada. Esto probablemente cueste en el entorno de £5 millones (empero en vista de la forma que estamos tirando el dinero sería mejor duplicar esa suma hasta los £10 millones por lo menos).
Si esto nos fracasa, pongamos los ojos en Mare Harbour (*) donde hay suficiente espacio para nuestras necesidades. Cualquiera de las dos opciones estaría más a tono con lo que podemos gastar. Pedir prestado dejará a nuestros hijos y a nuestros nietos con una gran deuda a la cual hacer frente.
Sin olvidar que se tiene un gran agujero en el sistema de jubilaciones y pensiones el cual se debe enmendar y que es mucho más importante que el puerto (en el cual ya llevamos gastado más de £20 millones sin nada que mostrar a cambio). Tenemos además que renovar nuestra planta de generación eléctrica y hacer reformas en nuestro hospital, lo antes posible.
Y como pensamiento adicional, cuanto nos costó el galpón depósito para lanas, el cual ha resultado totalmente inútil?. Imagino que unos cuantos millones. Siempre vivo esperanzada y con la esperanza que nuestros miembros electos piensen por una segunda vez, antes que sea demasiado tarde y terminemos en un agujero financiero el próximo siglo.
(*) El puerto de Mare Harbour, es la terminal de los barcos que abastecen la base británica de MPC, y en efecto dispone de amplia capacidad para el volumen de carga que mueven las Falklands. El problema es que el puerto nuevo que se ha programado para la capital Stanley tiene mucho más movimiento y se ha pensado también para la industria de la pesca y en verano los cruceros. No queda claro si en esas circunstancias sería suficiente e igualmente importante si los militares, que autorizan su uso en emergencias lo harían en carácter permanente.