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Esposa de Humala llega a Brasil, donde obtuvo asilo
Brasil tiene una tradición de conceder asilo a líderes políticos de alto perfil que enfrentan penas de prisión en sus países La ex primera dama peruana Nadine Heredia llegó a Brasil este miércoles tras solicitar asilo para evitar cumplir una condena de 15 años de prisión impuesta a ella y a su esposo Ollanta Humala, quien ya fue trasladado a la cárcel de Barbadillo, donde se encuentran los también exjefes de Estado Alejandro Toledo y Pedro Castillo Terrones.
Heredia y su hijo Samir volaron a bordo de una aeronave de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) puesta a disposición tras el salvoconducto otorgado por el gobierno peruano. Los Humala fueron condenados por corrupción tras aceptar sobornos de la constructora brasileña Odebrecht, así como del gobierno venezolano, entonces bajo el mando del comandante Hugo Chávez.
Brasil tiene un historial de otorgar asilo a figuras como Alfredo Stroessner y Lucio Gutiérrez. Aún se desconoce si Heredia se establecerá en Brasilia o en otro lugar del país.
El escándalo de Odebrecht se extendió por Sudamérica, y el propio presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, cumplió 580 días de prisión antes de la anulación de la sentencia en su contra por parte del Tribunal Superior Federal (STF), alegando varias irregularidades procesales.
El exdictador paraguayo Alfredo Stroessner solicitó asilo en Brasil tras ser derrocado en 1989. Falleció en Brasilia en 2006 y fue enterrado allí. El expresidente paraguayo Raúl Cubas, quien dimitió en 1999, y el exgeneral Lino Oviedo, acusado de intentar un golpe de Estado contra el gobierno de Juan Carlos Wasmosy en 1996, también encontraron refugio en Brasil. El ecuatoriano Lucio Gutiérrez también llegó a Brasil tras ser derrocado en 2005.
Fiel a esta tradición diplomática, Brasil ha asumido la custodia de las embajadas de Perú y Argentina en Caracas, tras la expulsión de las misiones de esos países de Venezuela tras el controvertido proceso electoral que permitió a Nicolás Maduro mantenerse en el poder. Las instalaciones argentinas también albergan a cinco opositores venezolanos a quienes Buenos Aires les ha concedido asilo, pero que aún necesitan un salvoconducto para llegar al aeropuerto, algo que Maduro no está dispuesto a conceder.
