El expresidente brasileño Jair Bolsonaro habló en una gran manifestación el domingo en São Paulo, durante la cual miles de brasileños presionaron para que el Congreso emita un indulto general a favor de quienes enfrentan cargos en relación con el levantamiento del 8 de enero de 2023 en Brasilia contra las sedes de los tres poderes del Gobierno que el Supremo Tribunal Federal (STF) consideró un golpe de Estado fallido.
Bolsonaro, que está entre los que se beneficiarían de esa medida, insistió en que era víctima de una persecución política y comparó su situación con la de Donald Trump en Estados Unidos y Marine Le Pen en Francia.
El capitán retirado del Ejército está acusado de buscar apoyo militar para impedir la llegada al poder de su sucesor, Luiz Inácio Lula da Silva. Enfrentado a una posible condena de 40 años, insiste en su inocencia, alegando un activismo judicial dirigido contra los conservadores a nivel mundial, ”como inhabilitaron a Le Pen en Francia, como quisieron inhabilitar a Trump en Estados Unidos, como hicieron con el presidente de Rumanía, como hizo (Nicolás) Maduro en Venezuela inhabilitando a sus opositores, argmentó
Sobre su inhabilitación durante ocho años, Bolsonaro sostuvo que excluirlo de la contienda de 2026 atentaba contra la democracia. El acto de este domingo contó con un importante apoyo, con la presencia de su familia, aliados políticos y siete gobernadores estatales ante una multitud que se calcula que llegó a los 45.000 espectadores en la Avenida Paulista, muchos de ellos ataviados con camisetas de la selección brasileña de fútbol.
Además, los manifestantes ondearon banderas estadounidenses e israelíes y portaron pancartas de ¡Amnistía ya!, criticando sentencias del STF como la dictada contra Débora Rodrigues, una peluquera que se enfrenta a penas de hasta 14 años de cárcel por escribir en una estatua de la Justicia con pintalabios durante la revuelta. Así, el lápiz de labios se convirtió en un símbolo del Bolsonarismo, dada su peligrosidad como arma durante lo que el STF dijo que era un intento de derrocar al gobierno.
Bolsonaro y otros siete acusados, entre ellos ex ministros y militares, se enfrentan a hasta 40 años de prisión. Una encuesta de Quaest mostró que el 56% de los brasileños se opone a la amnistía, mientras que el 34% la apoya.
En su mensaje, Bolsonaro reconoció que no hablaba inglés, pero trató de acercarse a la comunidad internacional usando las palabras popcorn and ice cream.
No hablo inglés, un gran defecto en mi educación, pero quiero dar un mensaje aquí al mundo, y luego se los traduciré: Un vendedor de palomitas de maíz y helados condenado por un golpe de Estado en Brasil es una vergüenza”, subrayó.