El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, viajó a Gran Bretaña para analizar con el rey Carlos III en Sandringham Estate la actual crisis con el presidente estadounidense Donald Trump, quien ha insistido repetidamente en anexar el territorio, además de aplicar aranceles del 25% a partir de este martes.
La reunión de este lunes entre los jefes de Estado y de Gobierno de Canadá siguió a una cumbre de defensa de emergencia sobre Ucrania, donde el primer ministro británico, Keir Starmer, aseguró a Trudeau un fuerte apoyo a Canadá.
Si bien Trump ha sugerido repetidamente que Canadá se convierta en el 51º estado para evitar aranceles, los líderes canadienses han rechazado firmemente la idea. Por otro lado, el rey Carlos se ha mantenido políticamente neutral sobre el tema a pesar de la presión de los políticos canadienses para que tome una posición.
Los funcionarios reales no revelaron detalles sobre las conversaciones. Trudeau dijo el domingo que nada parece más importante para los canadienses en este momento que defender nuestra soberanía y nuestra independencia como nación. También admitió que se revisarían asuntos de importancia para Canadá y para los canadienses. El encuentro del rey con Trudeau se produjo apenas un día después de las conversaciones del monarca con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, a quien mostró la solidaridad del Reino Unido ante la invasión rusa, sumada a la decisión de Trump de poner en pausa toda ayuda.
Mientras tanto, Starmer dijo que había hablado con Trudeau durante el fin de semana y que pudo asegurarle nuestro fuerte apoyo a Canadá. Además, el rey invitó a Trump a una visita de Estado, por la que el propio Starmer entregó la invitación en Washington la semana pasada.
En opinión de Starmer, era un honor sin precedentes para Trump, quien ya recibió el tratamiento real de la reina Isabel II durante su primer mandato.
Trump se ha referido repetidamente a Trudeau como gobernador, diciendo que cosas asombrosas le sucederían a Canadá si se convirtiera en parte de Estados Unidos.