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Itamaraty se indigna por uso de esposas durante el vuelo de 88 deportados brasileños
No era la primera vez que inmigrantes irregulares brasileños son esposados durante su deportación, pero sí fue la primera tras el regreso de Trump a la Casa Blanca El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil expresó su indignación después de que el Gobierno de Estados Unidos colocara esposas a todos los miembros de un grupo de 88 inmigrantes ilegales que iban a ser devueltos a su país el pasado viernes. Ante este “trato degradante”, se anunció en el Palacio de Itammaraty, sede de la diplomacia del país más grande de Sudamérica, que el Gobierno iba a permanecer atento al asunto.
“El uso indiscriminado de esposas y cadenas viola los términos del acuerdo con EE.UU., que prevé un tratamiento digno, respetuoso y humano de los repatriados”, dijo Itamaratay en un comunicado. “El gobierno brasileño considera inaceptable que no se respeten las condiciones acordadas con el gobierno estadounidense. Brasil acordó realizar vuelos de repatriación, a partir de 2018, para acortar el tiempo que estos nacionales pasan en los centros de detención estadounidenses, debido a la inmigración irregular y sin posibilidad de apelación”, prosiguió.
Un avión de la Fuerza Aérea estadounidense que transportaba a los deportados realizó un aterrizaje de emergencia en Manaos (estado de Amazonas), pero se le prohibió continuar hasta su destino final en el estado de Belo Horizonte tras comprobarse que los migrantes irregulares iban esposados. Por ello, alegando cuestiones de soberanía, se envió un avión de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) para completar el trayecto, con los pasajeros ya sin esposas.
“Las autoridades brasileñas no autorizaron la continuación del vuelo fletado a Belo Horizonte en la noche del viernes, debido al uso de esposas y cadenas, al mal estado de la aeronave, con el sistema de aire acondicionado averiado, entre otros problemas, y a la revuelta de los 88 nacionales a bordo ante el trato indigno recibido”, explica también el comunicado de Itamaraty. Aunque el ministro de Relaciones Exteriores, Mauro Vieira, se encuentra de gira por países de la Caricom, su oficina afirmó que Brasil exigirá explicaciones al gobierno norteamericano sobre el trato degradante.
Por su parte, el presidente de la Cámara Baja, Rodrigo Pacheco, defendió la necesidad de un nuevo procedimiento para evitar que se repitan estos hechos. “El respeto a la dignidad humana es un concepto consagrado en un mundo civilizado y democrático”, afirmó Pacheco, citado por la Agencia Brasil. El acuerdo vigente entre ambos países data de 2017, pero el vuelo de este fin de semana fue el primero tras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
Según otros medios locales como UOL, unos 3.660 brasileños fueron deportados de Estados Unidos bajo el mandato del expresidente Joseph Biden entre el 27 de enero de 2023 y el 10 de enero de 2025. En todos esos casos, los deportados fueron esposados, señaló Poder 360 citando fuentes del aeropuerto de Confins, donde aterrizaron todos los vuelos y donde debía llegar el de este fin de semana de no haberse declarado la emergencia.
Al aterrizar el sábado, el ministro de Justicia, Ricardo Lewandowski, ordenó retirar las esposas a los brasileños. Desde que asumió el cargo en febrero del año pasado, se completaron 17 vuelos de deportación con todos los pasajeros esposados. Lewandowski subrayó que el uso de las esposas significaba una “falta de respeto a los derechos fundamentales de los ciudadanos brasileños”.
Se cree que el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva buscará que se interrumpan esos vuelos en esas condiciones, aunque se teme la reacción de Trump.
