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Trump señala el comienzo de la Era Dorada de EE.UU. bajo su mandato
Donald Trump anunció que el 20 de enero de 2025 marca el inicio de la Era Dorada de Estados Unidos porque durante su nuevo mandato le esperan grandes logros, como que la bandera estadounidense ondee en Marte junto a la independencia energética, reformas migratorias para atajar la entrada de extranjeros ilegales, así como también el fin de las ideas woke según las cuales -por ejemplo- hay otros géneros más allá del masculino y el femenino.
“La edad de oro de América comienza ahora mismo”, anunció Trump tras juramentarse por segunda vez como Presidente de los Estadoos Unidos, añadiendo que su país “pronto será más grande, más fuerte y mucho más excepcional que nunca”, subrayó tras describir los últimos cuatro años bajo el mandato de Joseph Biden como una serie de “traiciones” por parte de “un establishment radical y corrupto”. De ahí que el lunes bien pudiera ser recordado como el “Día de la Liberación”, insistió Trump. “A partir de este momento, el declive de Estados Unidos ha terminado” junto con el comienzo de “la completa restauración de Estados Unidos y la revolución del sentido común”.
Trump anunció el cese inmediato de “toda entrada ilegal” en EE.UU. a través de la frontera sur, el restablecimiento de su política de hacer esperar en México a los solicitantes de asilo, el fin de la práctica de liberar a los que entran ilegalmente en EE.UU. y el inicio de la deportación de “millones y millones de extranjeros criminales” a sus países de origen.
El mandatario también señaló que los cárteles mexicanos de la droga serían designados organizaciones terroristas extranjeras, mientras que las bandas criminales extranjeras que se han instalado en algunas ciudades estadounidenses serán perseguidas en virtud de la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798.
EE.UU. cuenta con vastos recursos naturales que pueden garantizar su independencia energética y su poder mundial, señaló Trump. Por ello, declarará una emergencia energética nacional, permitiendo nuevas perforaciones de petróleo y gas, al tiempo que abolirá el “nuevo acuerdo verde” por el que tanto presionó el Gobierno anterior.
“Exportaremos energía estadounidense a todo el mundo. Volveremos a ser una nación rica, y es ese oro líquido bajo nuestros pies el que ayudará a conseguirlo”, subrayó Trump al tiempo que se comprometía a hacer de EEUU “una nación manufacturera una vez más” al tiempo que protegería a los trabajadores estadounidenses mediante la creación del Servicio de Impuestos Externos para recaudar aranceles y tasas sobre las importaciones. “En lugar de cobrar impuestos a nuestros ciudadanos para enriquecer a otros países, cobraremos aranceles e impuestos a los países extranjeros para enriquecer a nuestros ciudadanos”, dijo.
Asimismo, Trump anunció el fin de la intromisión de la ingeniería social en todos los aspectos de la vida pública y privada. A partir del lunes, la política del Gobierno estadounidense es que “sólo hay dos géneros: masculino y femenino”, insistió. “Forjaremos una sociedad daltónica y basada en el mérito”, añadió al rechazar las “teorías políticas radicales y los experimentos sociales” infligidos a los estadounidenses, incluidos los militares.
El jefe de Estado que regresa también se comprometió a volver a “construir el ejército más fuerte que el mundo haya visto jamás”, para que Estados Unidos pueda “reclamar el lugar que le corresponde como la nación más grande, más poderosa y más respetada de la Tierra”.
En cuanto a su vocación pacificadora, Trump argumentó que “mediremos nuestro éxito no sólo por las batallas que ganemos, sino también por las guerras que terminemos y, quizá lo más importante, por las guerras en las que nunca nos metamos.”
Bajo el mandato de Trump, Estados Unidos intentará recuperar el control del Canal de Panamá después de que el país centroamericano “violara totalmente” el tratado de 1977 y lo entregara al comercio de China. También dijo que el Golfo de México pasará a llamarse oficialmente Golfo de América, y que el pico más alto de Norteamérica volverá a conocerse como Monte McKinley, en honor al 25º presidente. El nombre oficial se cambió a Denali en 2015.
A pesar de sus anuncios en las últimas semanas sobre la propiedad estadounidense de Groenlandia, actualmente una posesión autónoma danesa, Trump no hizo ningún comentario al respecto durante su toma de posesión.
Es hora de que los estadounidenses “vuelvan a actuar con valor, vigor y la vitalidad de la mayor civilización de la historia”, dijo también Trump. “Perseguiremos nuestro destino manifiesto hacia las estrellas, lanzando astronautas estadounidenses para plantar las barras y estrellas en el planeta Marte”, insistió ahora que cuenta en sus filas con el propietario de la nave espacial Elon Musk.
El discurso de Trump también abordó el tema de la censura y la disidencia política: “Nunca más se utilizará el inmenso poder del Estado para perseguir a los oponentes políticos”, subrayó.
