El régimen bolivariano de Venezuela reabrió este lunes sus fronteras con Colombia y Brasil que había cerrado antes de la investidura el viernes de Nicolás Maduro como presidente para un tercer mandato consecutivo de seis años. La medida había sido adoptada debido a una supuesta conspiración internacional tras las polémicas elecciones del 28 de julio de 2024, que la opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD) del diplomático retirado Edmundo González Urrutia también dijo haber ganado.
La frontera, una vez más, abierta. El estado y el país en total paz y tranquilidad, en perfecta fusión cívica, militar, policial, anunció en Instagram el gobernador chavista del estado Táchira, Freddy Bernal, desde un puesto migratorio fronterizo con Colombia. Según medios locales, el cierre generó pérdidas comerciales cercanas a los 3,5 millones de dólares.
El país en paz, que es lo que todos queremos, paz para Venezuela, paz para Colombia, que no venga la violencia, que no vengan más amenazas de Colombia, que no venga el nefasto Álvaro Uribe a estar inventando invasiones, aquí nadie quiere guerra, aquí nadie quiere invasiones, agregó Bernal sobre las declaraciones del ex mandatario colombiano, quien llamó a una intervención militar internacional en Venezuela.
Colombia y Venezuela comparten una frontera de 2.219 kilómetros que comprende siete departamentos colombianos y cuatro estados venezolanos. Alrededor de 12 millones de personas residen a ambos lados de esa línea.
Más tarde, el lunes, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela anunció la reapertura de la frontera con el estado brasileño de Roraima, bloqueada el viernes por militares bolivarianos. Al mismo tiempo, las autoridades brasileñas ordenaron una prórroga de 90 días -hasta el 10 de abril- del despliegue de tropas en las zonas fronterizas con Venezuela, alegando razones de seguridad. Analistas locales creen que uno de los motivos de esta actitud es contener una posible afluencia de migrantes venezolanos que huyen del régimen chavista.
Ni Brasil ni Colombia han reconocido la victoria electoral de Maduro, aunque ninguno fue tan lejos como para calificar de presidente electo a González Urrutia, como sí hicieron Argentina, Uruguay, Paraguay, Estados Unidos y la Unión Europea, entre otros.