El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Mauro Vieira, insistió este miércoles en que era hora de apaciguar las diferencias diplomáticas con Venezuela y no repetir los errores que cometimos con la autoproclamación de Guaidó.
Se refería al nombramiento del entonces diputado como jefe de Estado interino entre el 23 de enero de 2019 y el 25 de enero de 2023, tras no reconocer el resultado de las elecciones. A la postre, el presidente Nicolás Maduro nunca fue desalojado del Palacio de Miraflores y la legitimidad de Guaidó terminó por desvanecerse; sólo algunos países lo reconocieron.
En este escenario, Vieira señaló que la situación en Venezuela necesitaba resolverse a través del diálogo después de que Maduro fuera declarado vencedor de los comicios del 28 de julio sin presentar ninguna prueba que lo corroborara mientras la opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD) publicó el 83% de las actas de votación que atestiguaban la victoria insalvable de Edmundo González Urrutia, quien en septiembre se exilió en España tras dictarse una orden de detención en su contra.
El jefe de la diplomacia brasileña subrayó la voluntad de su país de adoptar un enfoque más conciliador ante la crisis venezolana. El Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva no ha reconocido el triunfo de Maduro ni el de González Urrutia. En una declaración ante la Comisión de Asuntos Exteriores y Defensa del Congreso, Vieira señaló que la solución debe ser construida por los propios venezolanos, no impuesta desde fuera con más sanciones y aislamiento.
No podemos repetir los errores que cometimos en el momento de la autoproclamación de Guaidó como presidente, añadió al recordar que el gobierno de Lula apoyaba “la defensa de la democracia, la no injerencia en los asuntos internos y la resolución pacífica de las controversias”. Esta misma semana, Lula admitió que Maduro era un problema de Venezuela, no de Brasil.
Vieira también señaló que Brasil ha insistido en dialogar con Venezuela y otros países sobre la crisis venezolana no sólo porque es un vecino importante sino en su rol de garante del Acuerdo de Barbados, en el que Gobierno y oposición definieron las bases para las elecciones de este año, y porque, invitado por Maduro, fue observador de los comicios.
En cuanto a la retirada del embajador venezolano de Brasil, Vieira aclaró que se trataba de un procedimiento diplomático rutinario y no un indicio de ruptura permanente de relaciones. No hay ninguna señal de que la salida del embajador sea definitiva, explicó el ministro.
Aunque las circunstancias impongan inevitablemente una disminución del dinamismo de la relación bilateral, eso no significa que Brasil deba romper relaciones ni nada parecido con Venezuela. Por el contrario, el diálogo y la negociación, y no el aislamiento, son la clave para construir cualquier solución pacífica y duradera en Venezuela, abundó.