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El Frente Amplio de Orsi lidera la primera vuelta de las elecciones presidenciales uruguayas

Lunes, 28 de octubre de 2024 - 10:55 UTC
La atención se centra ahora en la campaña de la segunda vuelta, en la que tanto Orsi como Delgado intensificarán sus contactos con los votantes indecisos y los que apoyaron a otros partidos La atención se centra ahora en la campaña de la segunda vuelta, en la que tanto Orsi como Delgado intensificarán sus contactos con los votantes indecisos y los que apoyaron a otros partidos

El izquierdista Frente Amplio (FA) uruguayo se aseguró la primera posición en la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Yamandú Orsi, candidato del FA y ex alcalde de Canelones, lideró la carrera con el 43,4% de los votos, impulsado por el apoyo del ex presidente José “Pepe” Mujica. Sin embargo, no alcanzó la mayoría necesaria para evitar la segunda vuelta, que se celebrará el 24 de noviembre. El rival de Orsi en la segunda vuelta será Álvaro Delgado, candidato del Partido Nacional (PN), que obtuvo el 27,2% de los votos y lidera una coalición de partidos de centro-derecha y derecha que incluye al Partido Colorado y a Cabildo Abierto.

Los otros aspirantes a la presidencia fueron Andrés Ojeda, del conservador Partido Colorado, que quedó tercero con el 16,2%, y Guido Manini Ríos, del derechista Cabildo Abierto, que obtuvo un reducido 2,4% de apoyo. El apoyo colectivo a estos partidos, combinado con la propia base de Delgado, da a la coalición de derechas una ventaja potencialmente estrecha de cara a la segunda vuelta, con un 47% de los votos combinados frente al 44% del Frente Amplio.

El ambiente era de júbilo en la reunión del FA en Montevideo, donde Orsi se dirigió a sus partidarios, expresando optimismo a pesar de la necesidad de una segunda vuelta. “Hoy es una noche de alegría, de fiesta de la democracia”, dijo entre vítores de la multitud. Orsi destacó la posición del FA como la mayor fuerza política de Uruguay, un título que ha ostentado en las pasadas elecciones, e instó a los simpatizantes a unirse para el impulso final en noviembre. “Vamos por ese último esfuerzo, con más ganas que nunca”, enfatizó, instando a la unidad entre la diversa coalición de votantes que llevó al FA a la victoria en la primera vuelta.

En contraste, los partidarios de Delgado se reunieron en la Plaza Varela de Montevideo, celebrando el resurgimiento del Partido Nacional en este ciclo electoral. Dirigiéndose a la multitud desde un escenario cubierto con la bandera uruguaya, Delgado dijo: “Las urnas hablaron, el Uruguay dijo que la coalición es el proyecto político más votado del país”. El candidato del Partido Nacional, que desempeñaba el cargo de Secretario de la Presidencia, expresó su confianza en las posibilidades de la coalición de obtener una victoria en la segunda vuelta. Anunció que los líderes de la coalición se reunirán el lunes para discutir la estrategia y preparar una plataforma de campaña unificada, que, según dijo, se centrará en el empleo, la seguridad, la salud mental y las soluciones habitacionales para los jóvenes y las familias.

Paralelamente a las elecciones presidenciales, los uruguayos votaron dos reformas constitucionales. La primera, apoyada por la central obrera nacional PIT-CNT y algunas facciones del FA, proponía cambios en el sistema de seguridad social. La enmienda propuesta habría reducido la edad de jubilación de 65 a 60 años, ajustado las pensiones al salario mínimo y eliminado los fondos de pensiones privados. Esta medida fracasó al obtener el 40% de los votos, 10 puntos menos que la mayoría necesaria. La segunda propuesta, que pretendía autorizar las redadas policiales nocturnas, también fracasó, obteniendo niveles de apoyo similares.

Las elecciones también registraron una alta participación, ya que más del 90% de los 2,7 millones de uruguayos con derecho a voto acudieron a las urnas. El voto es obligatorio en Uruguay, y la estabilidad política de la nación, que ha sido un sello distintivo desde su regreso a la democracia en 1985, sigue siendo una fuente de orgullo e interés a nivel internacional. El sistema político uruguayo destaca por la solidez de sus estructuras partidarias y el alto grado de confianza de los ciudadanos, atributos destacados por el Presidente Luis Lacalle Pou, quien, pese a no presentarse a la reelección, apoyó a Delgado y a la coalición durante toda la campaña.

La atención se centra ahora en la segunda vuelta, en la que es probable que tanto Orsi como Delgado intensifiquen sus contactos con los votantes indecisos y los que apoyaron a otros partidos en la primera ronda. La coalición de Delgado trabajará para afinar su plataforma política y unir a su base, mientras que se espera que el FA de Orsi haga hincapié en sus programas sociales y económicos, en particular los que benefician a las clases media y trabajadora de Uruguay.

Con mucho en juego, la segunda vuelta promete ser una de las elecciones más competitivas de la historia reciente de Uruguay. Ambas campañas han reconocido el espíritu pacífico y festivo que marcó la jornada electoral, subrayando el estatus de Uruguay como una de las pocas democracias plenas del mundo según el Índice de Democracia de The Economist.

Categorías: Política, Uruguay.