El expresidente estadounidense Donald Trump ha sido objeto este domingo de un segundo intento de asesinato mientras jugaba al golf en West Palm Beach, en el estado de Florida, según ha confirmado el Buró Federal de Investigaciones (FBI).
Un sospechoso con antecedentes penales por posesión de armas ha sido detenido en posesión de un rifle AK47 minutos después de que se produjeran los disparos. Tras el incidente, Trump fue trasladado rápidamente a un lugar seguro. El incidente no afectará a la agenda de campaña de Trump.
Según un comunicado de la Casa Blanca, el presidente Joseph Biden y la vicepresidenta Kamala Harris se mostraron aliviados de saber que Trump estaba a salvo. Como he dicho muchas veces, no hay lugar para la violencia política ni para ninguna violencia jamás en nuestro país, y he ordenado a mi equipo que continúe asegurándose de que el Servicio Secreto tenga todos los recursos, capacidades y medidas de protección necesarias para garantizar la seguridad continua del expresidente, dijo Biden. Me alegro de que esté a salvo. La violencia no tiene cabida en Estados Unidos, coincidió Harris.
El candidato republicano a las elecciones del 5 de noviembre anunció en las redes sociales que hubo disparos cerca de mí, pero antes de que los rumores empiecen a descontrolarse, quiero que escuchéis esto primero: ¡ESTOY A SALVO Y BIEN!. Y añadió: ¡NUNCA ME RENDIRÉ!.
Fue el segundo atentado contra su vida después del ocurrido el 13 de julio en Butler (Pensilvania), cuando un joven de 20 años le disparó con un rifle hiriéndole en la oreja derecha. El Servicio Secreto abatió entonces al agresor y se sucedieron una serie de medidas, entre ellas la dimisión de la directora Kimberly Cheatle, que admitió que había sido el mayor fracaso operativo de la agencia en décadas.
Desde entonces, la seguridad de Trump ha aumentado. Su equipo sugirió inicialmente cancelar todos los mítines al aire libre, pero el Servicio Secreto acabó accediendo a implementar cristales blindados en esos actos.
Poco antes de las dos de la tarde, cuando Trump jugaba al golf cerca de su residencia de Mar-a-Lago, un agente del Servicio Secreto vio un rifle con mira en los arbustos fuera del campo, dijo en rueda de prensa el sheriff del condado de Palm Beach, Ric Bradshaw. El sospechoso se dio a la fuga, pero un testigo tomó una foto de su vehículo y alertó a las autoridades, que arrestaron entonces a Ryan Wesley Routh, de 58 años, un hombre con un largo historial judicial, incluida una condena por posesión de una ametralladora en 2022. Al parecer, Routh es un firme partidario de Ucrania en su conflicto con Moscú. Pasó varios meses en Kyiv en 2022 y contó al New York Times sus esfuerzos por reclutar a antiguos soldados afganos para luchar en Ucrania. También contó a Newsweek sus esfuerzos por reclutar voluntarios para la Legión Internacional ucraniana.
El Fiscal del Estado del condado de Palm Beach, Dave Aronberg, declaró que el gobierno federal se haría cargo del caso y que el Departamento de Justicia presentaría cargos. Independientemente, el Estado de Florida iniciará su propia investigación porque el pueblo merece la verdad sobre el aspirante a asesino y cómo pudo acercarse a menos de 500 metros del expresidente y actual candidato del Partido Republicano, argumentó el gobernador Ron DeSantis.