El presidente colombiano, Gustavo Petro, afirmó este jueves que hay un golpe de Estado inminente en su contra. Advirtió de que su destitución está planeada para los próximos tres meses y mencionó que había grandes sumas de dinero involucradas.
Un golpe de Estado no son los generales de la Policía y del Ejército, buscando la manera de tomar el Palacio y destituir al presidente, no señores, los oligarcas del país no son tan brutos. Es un golpe de Estado a la colombiana, argumentó Petro al recordar el reciente intento de sublevación militar contra el presidente boliviano Luis Arce Catacora, y la destitución de Pedro Castillo en Perú.
Petro insistió en que había un plan para atentar contra su vida o destituirlo en los próximos tres meses. Querían ver si se repetía el plan de Salvador Allende de bloquear las carreteras para derrocar al presidente, que es lo que quieren hacer: o muere el presidente o lo derrocan, la orden está dada.
El ex guerrillero añadió que el plan en su contra había sido financiado por la mafia y explicó que en caso de ser destituido, el próximo presidente de Colombia sería el titular del Senado, Efraín Cepeda, del Partido Conservador.
Asimismo, Petro sostuvo que si no fuera por el apoyo popular que tiene ya habría sido derrocado, porque muchos sectores en Colombia ya han dicho que no queremos más a Petro en el Palacio de Nariño.
En este escenario, el ex presidente César Gaviria (1990-1994) calificó de desafortunadas las declaraciones de Petro y expresó su solidaridad con Cepeda. El Partido Liberal se solidariza con Cepeda. El Partido Liberal trabaja por el respeto de los valores y el fortalecimiento de nuestras instituciones democráticas que son lo suficientemente sólidas y garantes para preservar la democracia y el bienestar de los colombianos, agregó Gaviria, quien también fue secretario general de la Organización de Estados Americanos entre 1994 y 2004.