El jefe de gabinete de Argentina, Guillermo Francos, de 74 años, fue hospitalizado este fin de semana en un sanatorio de Buenos Aires, pero se informó que se encontraba estable. No será dado de alta hasta que se realicen más estudios
El alto funcionario ingresó en la clínica La Sagrada Familia con un cuadro gastrointestinal agudo que también le provocó un episodio de lipotimia, una sensación de desmayo causada, entre otras razones, por un dolor intenso.
Los síntomas de Francos son consistentes con una disminución repentina y temporal en la cantidad de sangre que fluye al cerebro, por razones que pueden ir desde una caída repentina en la presión arterial o el ritmo cardíaco hasta cambios en la cantidad de sangre en áreas del cuerpo, según se explicó. En aproximadamente el 33% de estos casos, la causa sigue siendo desconocida, aunque la literatura médica coincide en que el riesgo es mayor como efecto secundario de algunos tipos de medicamentos.
En ese escenario, se determinó que Francos necesitaba estudios electrofisiológicos, pruebas neurológicas y tomografías computarizadas, para descartar cualquier pronóstico más grave.
Fuentes cercanas a Francos citadas por medios locales dijeron que, considerando todo, el funcionario se encuentra bastante bien más allá de su problema intestinal.
El pasado miércoles, Francos compareció ante la Cámara Baja para presentar su primer informe de gestión tal y como prevé la Constitución. Durante su comparecencia, se registraron incidentes violentos frente al Congreso cuando las fuerzas del orden se enfrentaron con jubilados que protestaban por su situación actual en medio de los llamados ajustes motosierra del presidente Javier Miilei para combatir la inflación, que provocaron una grave contracción de la economía del país, convirtiéndola en la el peor de toda América y la única que registra cifras negativas junto con Haití.
La hospitalización de Francos se produjo antes de una semana de debates clave para la administración libertaria en ambas Cámaras del Congreso.
Francos se ha desempeñado como diputado nacional, además de presidir el Banco Provincia [de Buenos Aires] durante el mandato del entonces gobernador Daniel Scioli y también representó a Argentina en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) durante el gobierno de Alberto Fernández.