Las autoridades chilenas están liderando la transición de la región hacia redes de transporte público respetuosas con el medio ambiente al planear el reemplazo de unos 214 autobuses diésel que prestan servicio en el área metropolitana de Santiago por unidades eléctricas en el corto plazo, se anunció.
Las unidades de fabricación china aumentarán así la flota del país a cerca de 2.500, lo que convertirá a Santiago en la ciudad con mayor número de estos vehículos fuera del gigante asiático y constituirá un hito más en la reducción de emisiones y la mejora de la calidad del aire.
Con esta medida, Santiago estará igualando los estándares ambientales de lugares como Londres y Hong Kong, conocidos por su avanzada infraestructura de movilidad, también se explicó.
El proyecto es una combinación de políticas estatales con empresas tecnológicas privadas. Nuestra ciudad, Santiago de Chile, continúa posicionándose a la vanguardia de la movilidad en transporte público urbano, afirmó el Ministro de Transporte de Chile, Juan Carlos Muñoz al referirse a la compra al fabricante chino Yutong. Desde 2018, Santiago recibió varios lotes de buses eléctricos, consolidando su relación con este proveedor asiático.
Las nuevas unidades operarán en las comunas de San Bernardo, El Bosque, La Pintana y La Cisterna. La Red de Movilidad Metropolitana de Santiago ubica a Chile como el país con mayor flota de buses eléctricos del mundo detrás de China, lo que representa un aporte significativo a la lucha contra el cambio climático.
Los nuevos autobuses de dos pisos tienen 12 metros de largo y 2,55 metros de ancho, con dos puertas para pasajeros. Tienen 70 plazas y una capacidad total de 97 pasajeros. Disponen de espacios para personas con discapacidad en la planta superior. Su tiempo de carga es de 1,5 a 2 horas e incluyen aire acondicionado, cámaras de seguridad, puertos USB y servicios de wifi. Cada autobús cuesta alrededor de 560.000 dólares estadounidenses. Ya están circulando en Londres, Ciudad de México, Singapur y Hong Kong.