Los mercados locales e internacionales no reaccionaron bien este lunes después de que el ministro argentino de Economía, Luis Toto Caputo, y el director general del Banco Central (BCRA), Santiago Bausili, intentaran explicar los próximos pasos de la administración libertaria para estabilizar la economía del segundo país más grande de Sudamérica.
Las acciones de las empresas argentinas en Wall Street -especialmente las de los bancos- cayeron, mientras que el peso no oficial (AR$) se depreció frente al dólar estadounidense (US$). Además, el riesgo país (índice que mide los intereses adicionales aplicados a operaciones globales que incluyen a una determinada nación frente a otras consideradas menos volátiles) también cruzó el umbral de los 1.500 puntos al alza, a pesar del impulso que supondría para la economía local la aprobación la semana pasada en el Congreso de la llamada Ley Bases.
El lunes, los dólares financieros (una serie de transacciones en moneda extranjera que eluden la cotización oficial) registraron subas de hasta 3%, mientras que el dólar blue (un eufemismo para mercado negro) cotizó por encima de los AR$ 1.400 la unidad, un nuevo récord.
Caputo y Bausili hablaron de una segunda etapa del programa económico del Gobierno, que implicaría la entrega de la deuda del BCRA al Tesoro para sanear su balance y supuestamente allanar el camino hacia el levantamiento de todas las restricciones cambiarias.
Habrá un mecanismo de esterilización, similar al que existe hoy con los pases del BCRA, pero estarán centrados en una Ley de Regulación Monetaria, que es donde los bancos colocarán su exceso de liquidez, explicó Caputo. La eliminación de todas las restricciones cambiarias constituiría el tercer paso, agregó.
A primera hora del lunes, Caputo y Bausili se reunieron con los directores de los bancos públicos y privados locales para informarles de la situación actual. Contrariamente a las promesas electorales del presidente Javier Milei, Caputo les dijo a estos ejecutivos que el peso no va a desaparecer y -todo lo contrario- va a ser una moneda fuerte, lo que estaría en línea con el anuncio del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, de que no habría devaluación, por lo que la gente se vería obligada a liquidar sus dólares (a tasas fijadas por el Estado).
Para colmo de males para la administración Libertaria, la recaudación tributaria cayó 13,9% interanual el mes pasado, según la Agencia Federal de Ingresos Públicos (AFIP), anunciando así un déficit fiscal para junio a pesar de las repetidas celebraciones del gobierno de haber balanceado las cuentas.
La recaudación neta subió un 221,2% interanual, pero dada una inflación que ronda el 273% (aún no se difundieron las cifras de junio), esto representaría una caída significativa. Las cosas podrían haber sido peor de no ser por el Impuesto a las Ganancias, según se informó también en Buenos Aires. Se espera un aumento de ingresos en este rubro, de conformidad con lo fijado en la Ley Bases.