El Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia dijo este lunes que los comentarios de la Oficina del Presidente de la República Argentina (OPRA) sobre el intento de golpe de Estado del 26 de junio en La Paz fueron inamistosos e imprudentes. La Casa Rosada había sostenido que el levantamiento militar había sido un montaje y que, por lo tanto, calificarlo de revuelta era una denuncia falsa.
”El Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado Plurinacional de Bolivia rechaza enérgicamente las declaraciones inamistosas y temerarias de la Oficina de la Presidencia de la República Argentina (OPRA), en su comunicado de fecha 30 de junio, respecto al fallido golpe de Estado militar ocurrido el 26 de junio de 2024, con la participación de un grupo de militares insubordinados que rodearon el Palacio de Gobierno boliviano, derribando la entrada e intentando tomar el poder por la fuerza de las armas, subrayó el Gobierno boliviano en un comunicado.
El domingo, la Oficina de Javier Milei repudió [en redes sociales] la falsa denuncia de golpe de Estado realizada por el Gobierno boliviano el pasado miércoles 26 de junio por considerarla fraudulenta.
La historia difundida era poco creíble y los argumentos no se ajustaban al contexto sociopolítico del país latinoamericano, argumentó la OPRA. El partido político gobernante en Bolivia [MAS - Movimiento al Socialismo] controla el Poder Legislativo, el Poder Judicial, el Poder Ejecutivo y las Fuerzas Armadas, sostuvo la administración argentina.
La gobierno del presidente Luis Arce Catacora insistió en que su país ha decidido soberanamente vivir en democracia con características interculturales, por lo que la defendería ante cualquier acto militar que amenace con tanques de guerra y soldados armados al Gobierno constituido por el voto del pueblo, es claramente un golpe de Estado.
La Paz también lamentó la intromisión extranjera en asuntos internos como en 2019, cuando el ex presidente Evo Morales fue obligado a dejar su cargo y los militares que precipitarosu salida recibieron apoyo consistente en armas y logística.
Las afirmaciones desinformadas y tendenciosas sobre la posible existencia de presos políticos, o la posibilidad de la inexistencia de un fallido golpe de Estado militar, constituyen un exceso y un negacionismo inaceptable, señaló la Cancillería boliviana.
El Gobierno boliviano también invitó a todas las potencias extranjeras a mantenerse informadas y a respetar la soberanía de otros Estados, de acuerdo con la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional.
Asimismo, la OPRA afirmó que siempre supo que lo ocurrido en Bolivia era una puesta en escena gracias a informes de inteligencia, por lo que el Gobierno argentino se mantuvo tranquilo y sereno ante los hechos denunciados.
La administración de Milei afirmó además que la democracia boliviana efectivamente estaba en peligro aunque no por un levantamiento militar sino porque históricamente los gobiernos socialistas derivan en dictaduras como ocurrió en Cuba, Venezuela, Nicaragua y Corea del Norte.
Argentina también subrayó la supuesta existencia de más de 200 presos políticos en Bolivia, entre ellos la ex presidenta interina Jeanine Áñez Chávez y el gobernador del Estado de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho Vaca.
Con ello, Argentina también exigió a la administración de Arce que garantice el Estado de Derecho en su territorio”.