La justicia argentina desclasificó este miércoles un informe confidencial fechado en 2003 que profundiza en el papel de Irán en el atentado de 1994 contra la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en Buenos Aires.
El documento elaborado por la antigua SIDE (Secretaría de Inteligencia del Estado) argentina junto con la CIA, el Mossad israelí y el FBI se centra en la implicación del entonces agregado cultural iraní Moshen Rabbani en el complot que condujo al atentado en el que murieron 85 personas y en cómo Irán pidió al grupo terrorista Hezbollah que lo llevara a cabo.
El llamado Informe Toma había sido entregado al entonces juez federal Juan José Galeano, a cargo de la investigación. El documento llevaba el nombre del entonces Señor 5 (Jefe de la SIDE) Miguel Ángel Toma, quien había sido designado en el cargo por el presidente Eduardo Duhalde.
Asunto: AMIA, la conexión internacional. El esclarecimiento del atentado terrorista y la individualización de sus autores, reza el informe.
Este miércoles, el juez federal Ariel Lijo, hoy al frente de la causa, desclasificó el informe pero no el material complementario ya que contiene nombres de informantes que correrían peligro. Lijo es el candidato del presidente Javier Milei para cubrir una vacante en la Corte Suprema.
Según el informe, el móvil del atentado perpetrado por Hezbollah fue la decisión del ex presidente Carlos Menem de suspender el envío a Irán de una planta piloto de purificación de uranio desarrollada por la empresa INVAP.
El estudio contiene información precisa sobre el funcionamiento del sistema de espionaje iraní y las empresas utilizadas como tapadera, entre otros puntos, como el papel de Rabbani, que llegó a Argentina en los años 80 supuestamente para trabajar en el negocio de la carne cuando su objetivo real era buscar oportunidades contra potenciales objetivos de origen israelí y estadounidense.
Rabbani llegó a ser jefe regional de la Organización de Propaganda Islámica en América Latina y anteriormente formó parte de la oficina de Inteligencia del ayatolá Jomeini, con estrechos vínculos con Hezbollah.
En cuanto al ex embajador iraní Hadi Soleimanpour, el informe señala que tenía tres identidades distintas y dos pasaportes diplomáticos con números diferentes, mientras que Samuel El Reda fue señalado como el hombre que encabezó los grupos que estuvieron detrás de los atentados contra la sede de la AMIA en 1994 y la Embajada de Israel en 1992.
Se había casado con una argentina de la familia Sain y montó un negocio de venta de productos electrónicos en Ciudad del Este (Paraguay) llamado Castello Branco. Más tarde, un hermano de El Reda, que se casó con otra de las hermanas Sain, estuvo vinculado a empresas de Hezbollah en Brasil, una de las cuales fue acusada de participar en el negocio de las armas.
Sobre Rabbani, el documento dice que fue el eje central de la expansión iraní en Argentina con un discurso radicalizado de la revolución, habiendo logrado la articulación entre los diplomáticos, el factor religioso y la inteligencia de Irán. Parte de este trabajo lo realizó rodeándose de miembros de las familias Saín y Assad.
Respecto del atentado a la AMIA, el informe señala que un grupo de Hezbollah se encargó de traer los explosivos, mientras que otro estuvo vinculado al armado del coche bomba en lo que se denominó una casa segura. Una vez listo, se entregó el material al presunto conductor suicida Ibrahim Hussein Berro, mientras que un tercer grupo se encargó de la limpieza tras la operación.
El informe también afirma que se pudieron establecer los centímetros de la actividad terrorista fundamentalista, las diversas formas de participación criminal y la estructura de una matriz cuyo núcleo se encuentra en el corazón mismo del régimen fundamentalista de Irán, mientras que Hezbollah era su brazo armado.”