El presidente argentino, Javier Milei, se sumó a la lista de firmantes de la Declaración de Bürgenstock a favor de la paz en Ucrania, mientras que el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva fue de los pocos que no lo hizo porque, en su opinión, sólo merecen la pena unas negociaciones en las que participen las dos partes beligerantes (Ucrania y Rusia).
Por otro lado, el líder libertario expresó su máximo apoyo al pueblo de Ucrania y a mi amigo [el presidente ucraniano Volodymyr] Zelensky.
Rechazamos cualquier tipo de violencia y la guerra como mecanismo ilegítimo para resolver conflictos entre naciones, prosiguió Milei. La guerra nunca puede ser la respuesta a problemas que deben resolverse en el ámbito político, añadió Milei en su discurso de tres minutos.
Como defensores de la libertad, los argentinos no podemos propugnar otra cosa que la paz entre los pueblos y las naciones libres. Como ferviente creyente en la conciencia filosófica del liberalismo y de la paz, hago hoy este breve alegato en su defensa, ya que estas ideas parecen haber pasado de moda, prosiguió.
El encuentro en el enclave suizo cercano a Lucerna se celebró por iniciativa de Zelensky y contó con el respaldo de la Unión Europea (UE). Entre los principales líderes mundiales que asistieron se encontraban los primeros ministros Rishi Sunak (Reino Unido), Fumio Kishida (Japón), Mark Rutte (Países Bajos), Pedro Sánchez (España), Alexander De Croo (Bélgica), Ulf Kristersson (Suecia), Justin Trudeau (Canadá), Mette Frederiksen (Dinamarca), los presidentes Emmanuel Macron (Francia), Gabriel Boric Font (Chile), Gustavo Petro (Colombia), Stephan Brunner Neibig (Costa Rica), Luis Rodolfo Abinader Corona (República Dominicana), Daniel Noboa (Ecuador) y Marcelo Rebelo de Sousa (Portugal), así como el canciller alemán Olaf Scholz.
Por su parte, el embajador de Rusia en Argentina, Dmitry Feoktistov, señaló que el acercamiento entre Buenos Aires y los patrocinadores militares de Ucrania nos causa una profunda decepción. También señaló que tal respaldo parecía estar en consonancia con la creciente cooperación de la administración Libertaria con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). En abril, Argentina solicitó el estatus de socio global de la alianza. Francamente, no entendemos cómo la concesión de este estatus puede mejorar la seguridad de Argentina, dijo el diplomático mientras esperaba que el país sudamericano se abstuviera de interferir en la crisis para preservar la naturaleza amistosa de las relaciones ruso-argentinas.
Sin embargo, Argentina se unió al llamado Grupo Ramstein, oficialmente el Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania, que respalda la posición de Kiev frente a Moscú. Argentina sigue trabajando por la Paz y la estabilidad internacional, coordinando nuestro aporte en materia de ayuda humanitaria junto a los 54 países miembros; y continúa defendiendo el principio central de la integridad territorial, dijo el ministro de Defensa argentino, Luis Petri, al publicar fotos en las redes sociales junto a su par ucraniano, Rustem Umyerov.
Creemos que nadie tiene derecho a invadir a otro país y aquí hay claramente un invasor, que es Rusia, y alguien que fue invadido y agredido, que es el caso de Ucrania, explicó también Milei en un vídeo difundido en X.
Por otro lado, Lula dijo en una rueda de prensa en Italia, donde había asistido como Milei a la Cumbre del G7, que había comunicado a la presidenta suiza, Viola Amherd, que había decidido no asistir a la convención de Bürgenstock porque Brasil sólo participaría en la discusión sobre la paz cuando las dos partes en conflicto estuvieran sentadas a la mesa. No se puede tener una lucha entre dos bandos y pensar que reuniéndose sólo con uno se puede resolver el problema, argumentó Lula.
El líder del PT recordó asiimismo que su administración había firmado un entendimiento con China para negociar conjuntamente un acuerdo de paz.
Los países firmantes del documento del domingo coincidieron en que deben salvaguardarse los principios de soberanía, independencia e integridad territorial de todos los Estados. Además, insistieron en la necesidad de mantener seguras y respetuosas con el medio ambiente a las instalaciones nucleares en el territorio en conflicto.
El Presidente ruso, Vladimir Putin, declaró el pasado viernes que estaba dispuesto a hablar de paz siempre y cuando Ucrania se retirara de las cuatro regiones anexionadas por Moscú en 2022: Donetsk, Luhansk, Kherson y Zaporijia, además de abandonar cualquier plan de ingresar en la OTAN.
En este escenario, Armenia, Brasil, el Vaticano, India, Indonesia, Colombia, México, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Tailandia, Sudáfrica, Jordania e Irak se negaron a respaldar la declaración del domingo en la que se culpaba a Rusia del sufrimiento humano y la destrucción a gran escala. Rusia no fue invitada a la conferencia y tampoco asistieron Azerbaiyán, Bielorrusia, Venezuela, Egipto, Irán, Kazajstán, Kirguistán, China, Cuba, Pakistán, Tayikistán, Turkmenistán, Uzbekistán y Etiopía.