El aeropuerto Guarulhos de São Paulo tiene 291 solicitantes de asilo retenidos en una zona restringida a la espera de que se aprueben sus solicitudes, informó este jueves la Agencia Brasil. La mayoría de los viajeros procedían de la India, se explicó también.
Ante esta situación, el Ministerio Público Federal de São Paulo convocó una reunión de emergencia con la Policía Federal, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, los operadores del aeropuerto y la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa).
La zona restringida es una sección donde se retiene a los inmigrantes que carecen de visados o documentos de viaje antes de entrar oficialmente en el país. Estos extranjeros esperan hasta que se les conceda refugio o se les devuelva a su país de origen.
El Ministerio Público Federal ha declarado la situación una nueva crisis humanitaria en el aeropuerto, señalando que Guarulhos experimentó recientemente una importante afluencia de personas procedentes de Afganistán y Vietnam.
Representantes de la Fiscalía, que estuvieron en Guarulhos a principios de esta semana, informaron de unos 400 inmigrantes entre indios y ciudadanos de otros países, como Nepal.
Aún no hay confirmación sobre los motivos que llevaron a estos inmigrantes a Brasil. Se cree que llegaron a Guarulhos en diferentes vuelos en los últimos días y que están encontrando dificultades con los procedimientos de entrada, incluidos inconvenientes técnicos en el Sistema Nacional de Procesamiento de Solicitudes de Refugio (Sisconare), la plataforma digital utilizada para registrar estos procesos.
El Ministerio de Justicia explicó en un comunicado que estaba trabajando para resolver inestabilidades temporales que afectaban a la herramienta debido a actualizaciones y mejoras realizadas en otros sistemas electrónicos del ministerio, a los que el Sisconare está vinculado.
Asimismo, informó que hasta el miércoles había 291 inmigrantes en la zona restringida descritos como viajeros que, en su mayoría, ya han manifestado su intención de solicitar refugio y deben tener su proceso de seguimiento en los próximos días, mientras se trabaja con la Policía Federal para acelerar y maximizar la capacidad de procesamiento de las solicitudes, de conformidad con las normas sobre el refugio y el respeto de los derechos humanos.
Letícia Carvalho, de Missão Paz, una institución filantrópica que apoya y acoge a inmigrantes y refugiados, dijo a TV Brasil que también estuvo el miércoles en el aeropuerto en contacto con estos inmigrantes. Según ella, el escenario es complejo y también se ha observado en otras partes del mundo, pero se ha agravado en Brasil por la inestabilidad en el Sisconare.
El año pasado, cientos de ciudadanos vietnamitas se enfrentaron a una situación similar cuando fueron detenidos en el área de inmigración del aeropuerto. La sospecha en aquel momento era que redes de coyotes y contrabandistas estaban detrás del flujo migratorio, con el objetivo de utilizar a Brasil como puerta de entrada a Estados Unidos.