Las autoridades venezolanas anunciaron este martes que retiraban la invitación cursada previamente a la Unión Europea (UE) para supervisar las elecciones del 28 de julio, en una medida que arroja más dudas sobre un proceso que durante mucho tiempo ha parecido poco transparente tras la supresión de los derechos políticos de la líder opositora María Corina Machado.
El presidente Nicolás Maduro parece ahora encaminarse hacia una cómoda victoria, mientras que Machado está llevando a cabo una campaña nacional para conseguir la elección del diplomáticoccccccccccccccccccccccccccccccccccc opositor Edmundo González Urrutia, de 74 años.
La decisión del martes se produjo a pesar de que la UE levantó recientemente las sanciones contra el presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Amoroso, y otros altos funcionarios del organismo.
El Consejo Nacional Electoral de la República Bolivariana de Venezuela revoca y deja sin efecto la invitación cursada a la Unión Europea para participar, a través de una misión de observación electoral, en las elecciones para el cargo de presidente, dijo Amoroso a la prensa este martes. Asimismo, el funcionario argumentó que la medida obedecía a que la UE mantenía en vigor otras sanciones contra Venezuela. Amoroso había pedido un levantamiento total de las sanciones y el cese de la posición hostil, al tiempo que calificó la medida parcial de chantaje.
Este 13 de mayo, la Unión Europea, en su histórica posición colonialista, ratificó las sanciones coercitivas unilaterales y genocidas dictadas al digno pueblo de Venezuela, subrayó.
Ante esta situación, el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, dijo que pedirá a Amoroso que revisara la invitación de la UE por groseros, por sinvergüenzas, por hijos de puta.
Tras la medida del martes, Bruselas pidió a Maduro reconsiderarla porque ”la Unión Europea lamenta profundamente la decisión unilateral del Consejo Nacional Electoral de Venezuela de retirar su invitación (...) hacemos un llamado al Consejo Nacional Electoral a reconsiderar su decisión.
En este escenario, el Centro Carter quedó como la única institución extranjera relevante el 28 de julio. Sin embargo, su capacidad para detectar y corregir cualquier irregularidad parece limitada, dada la infame represión del régimen venezolano. Además del Centro Carter, el grupo BRICS y la Unión Africana han sido invitados como observadores, pero las prácticas democráticas en ambos bloques distan mucho de ser inobjetables.
La UE envió una misión en 2021 para las últimas elecciones de alcaldes y gobernadores, en las que detectó mejoras considerables en el sistema de votación, pero la presencia de la delegación terminó abruptamente después de que Maduro afirmara que eran enemigos y espías”.