Durante su viaje a Washington DC para asistir a compromisos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), el Ministro de Finanzas de Brasil, Fernando Haddad, dijo que espera que el G-20 apruebe este año un nuevo impuesto para los súper ricos del planeta de manera tal que la economía mundial pueda acomodarse en medio de una crisis de deuda sin precedentes, informó la Agencia Brasil.
El G-20 reúne a las mayores economías, además de la Unión Europea y la Unión Africana. Está previsto que celebre su cumbre anual en Río de Janeiro en noviembre, dada la presidencia rotatoria de Brasil del bloque este año.
Haddad afirmó que la administración estadounidense del Presidente Joseph Biden apoya su iniciativa, que ya está en marcha en el mayor país de Sudamérica.
En julio, y luego en noviembre, podemos lanzar un comunicado político con el consentimiento de los miembros del G20 diciendo que sí, que esta propuesta debe ser examinada, que está bien fundamentada, y que vale la pena profundizar en ella durante los próximos tres o cuatro años para entender de qué estamos hablando, sostuvo Haddad durante una rueda de prensa junto a su colega francés Bruno Le Maire.
A pesar del aparente consenso, el funcionario brasileño afirmó que los países del G20 deberían tratar este asunto como una prioridad en los próximos años. La imposición por parte de una sola nación sería ineficaz y podría dar lugar a conflictos de intereses, advirtió también. Si algún país piensa que va a resolver este tipo de injusticia por sí solo, se verá perjudicado por una especie de guerra fiscal entre estados nacionales, subrayó.
La administración Biden ha dado señales claras de que hay que hacer algo a nivel nacional o internacional, prosiguió.
El comunicado conjunto del G20 debería tener tres pilares: el intercambio de datos entre países, el apoyo técnico de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y un plazo breve para aplicar las medidas que muestren el compromiso de los países con la política impositiva.
Le Maire dijo estar de acuerdo en la necesidad de aprobar la medida. Es sólo una cuestión de voluntad política y determinación política.
Haddad también señaló desde la capital estadounidense que el mundo podría estar al borde de una nueva crisis de deuda, tras los costes de la pandemia del Covid-19 y el aumento de la inflación mundial. Durante un evento del G20 para combatir la pobreza y el hambre, insistió en que ningún país superará el problema por sí solo, y que gravar a los más ricos es clave para reducir esa deuda.
Las conversaciones sobre impuestos están explorando formas innovadoras de hacer que los súper ricos paguen su parte justa, ayudando a ampliar el espacio fiscal adicional para implementar políticas públicas contra el hambre y la pobreza, subrayó Haddad.
El FMI sugirió esta semana a Brasil que haga un esfuerzo fiscal más ambicioso y recorte más gastos o aumente los ingresos. El hecho de que el FMI diga que nuestra deuda se está estabilizando a un nivel mejor de lo que suponían inicialmente es significativo, pero el desafío es real. Si hay una persona que nunca ha negado que tenemos un reto fiscal, es un servidor, explicó Haddad.
El ministro tenía previsto permanecer en Washington DC hasta el viernes.
(Fuente: Agencia Brasil)