La cumbre de ministros de Economía del G-20 en São Paulo no logró este jueves alcanzar una declaración unánime debido a discrepancias sobre los conflictos armados en curso en Ucrania y Gaza, se informó. ”Estuvimos muy cerca (...) fue casi por una palabra“, dijo el brasileño Fernando Haddad durante una rueda de prensa. Brasil, que este año preside el G-20, quiso ”dejar de lado” todas las tensiones geopolíticas, pero fue en vano.
Esperábamos que los temas más sensibles, relacionados con la geopolítica, se discutieran exclusivamente en el ámbito diplomático, pero como en la reunión de ministros de Asuntos Exteriores del G-20 celebrada la semana pasada en Río de Janeiro no se llegó a una formulación común, eso acabó contaminando el establecimiento de un consenso en el nuestro, explicó Haddad. Sin embargo, hubo pleno consenso en temas puramente económicos, en particular sobre la lucha contra las crecientes desigualdades, añadió, aunque no se llegó a un acuerdo sobre su idea de gravar a los superricos que -afirma- siguen evadiendo impuestos a través de paraísos fiscales y lagunas legislativas. Hubo una gran preocupación por parte de los ministros y los gobernadores de los bancos centrales en relación con la desigualdad, subrayó el ministro.
En cuanto a la vía financiera, hubo consenso en todo lo que discutimos. No hablamos de conflictos geopolíticos en nuestras reuniones. No se sacó a debate en el Pleno. Y entonces se hace muy difícil, cuando los ministros y los presidentes de los bancos centrales no participan en la discusión, llegar a un consenso sobre un tema que no se trató ni se trató, dijo el ministro.
Estados Unidos, Francia y Alemania hicieron de los conflictos armados una parte central de sus actividades, en contraste con el silencio de los países emergentes. El jueves, el ministro alemán de Finanzas, Christian Lindner, dijo a los periodistas que las guerras no podían dejarse de lado y condicionó la aprobación del comunicado final a que se mencionaran para que no se produzca un cierto efecto de normalización.
La Secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, y el Ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, se centraron en la confiscación de activos rusos bloqueados por Occidente para financiar a Kiev, aunque desde puntos de vista diferentes. De todos modos, el asunto no se debatió en la sesión plenaria de Finanzas del G20, que sí estuvo de acuerdo en que la inflación está cerca de ser efectivamente domada, tras la escalada de precios en todo el mundo como consecuencia del impacto de la pandemia del covid-19 y agravada después por la guerra en Ucrania.
En este escenario, la probabilidad de una leve desaceleración de la economía mundial ha aumentado, según un documento publicado por la presidencia del G20 que actualmente detenta Brasil, a falta de una declaración conjunta.
El documento brasileño subraya que las perspectivas de crecimiento a medio plazo siguen siendo moderadas, y el crecimiento económico mundial se estabilizará en un nivel inferior, según la mayoría de las estimaciones. El principal reto es establecer medidas que estimulen el crecimiento económico, manteniendo al mismo tiempo presupuestos sostenibles y creando reservas.
Reiteramos la necesidad de políticas fiscales, monetarias, financieras y estructurales bien calibradas y comunicadas para promover un crecimiento fuerte, sostenible, equilibrado e integrador, mantener la estabilidad macroeconómica y financiera y ayudar a limitar las repercusiones negativas [de la desaceleración mundial], señala el informe.
La inflación ha disminuido en la mayoría de las economías, gracias en gran medida a unas políticas monetarias adecuadas, a la reducción de los cuellos de botella en la cadena de suministro y a la moderación de los precios de las materias primas, añadió.
De 2021 a 2023, la inflación mundial se aceleró, impulsada por el estrangulamiento de las cadenas de producción mundiales, debido a las restricciones a Covid-19 impuestas por China, y al inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania, explicó también el texto.
Los ministros intercambiaron puntos de vista sobre las guerras, conflictos y crisis humanitarias en curso, destacando Ucrania y Gaza. La presidencia brasileña del G20 observó que la vía financiera no es el foro más apropiado para resolver cuestiones geopolíticas y propuso que estos temas continúen siendo discutidos en foros y reuniones relevantes, detalló el documento brasileño.