El visto bueno de Hungría este lunes, después de más de 18 meses, despejó el camino para que Suecia se convierta en el miembro número 32 de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), inclinando así el equilibrio militar de Europa en respuesta a la guerra de Rusia en Ucrania. Ahora se espera que la adhesión de Suecia sea una formalidad, con una ceremonia esta semana.
Tras 188 votos a favor y seis en contra en el Parlamento de Budapest, el gobierno del Primer Ministro Viktor Orban finalmente siguió adelante con los documentos presentados en julio de 2022 que se habían estancado debido a la oposición de los legisladores del partido gobernante.
El ingreso de Suecia fue acogido con satisfacción tanto por el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, como por el Canciller alemán, Olaf Schultz. Ambos coincidieron en que todos los países de la OTAN se beneficiarían del ingreso de Suecia, y Stoltenberg afirmó que la adhesión de Suecia nos hará a todos más fuertes y seguros.
La decisión de Hungría allanó el camino para la segunda expansión de la OTAN en un año, después de la decisión de Finlandia tras la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia. La palabra de Budapest era muy esperada tras la luz verde de Ankara el mes pasado, ya que se requiere la aceptación unánime de todos los miembros de la OTAN para admitir a nuevos países en la alianza. Finlandia ingresó en abril de 2023.
El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, dijo que era un día histórico. Abandonamos 200 años de neutralidad: es un paso de gigante y debemos tomarlo en serio, subrayó. Estamos dispuestos a asumir nuestra parte de responsabilidad en la seguridad de la OTAN, escribió Kristersson en X. Durante toda la Guerra Fría, Suecia y Finlandia se resistieron firmemente a unirse a la alianza, prefiriendo mantener una postura neutral entre Europa Oriental y Occidental. Suecia había mantenido su propia neutralidad durante más de doscientos años, a lo largo de las dos Guerras Mundiales y de la Guerra Fría.
Orban, un gobernante de derechas que ha forjado estrechos lazos con Rusia, ha dicho que las críticas a la democracia húngara por parte de políticos suecos agriaron las relaciones entre ambos países y provocaron reticencias entre los legisladores de su partido Fidesz. Pero la cooperación militar entre Suecia y Hungría y la pertenencia de Suecia a la OTAN refuerzan la seguridad de Hungría, insistió.
”Varias personas intentaron intervenir desde fuera en la resolución de nuestras disputas (con Suecia), lo que no ayudó, sino que entorpeció la cuestión, argumentó Orbán. Hungría es un país soberano. No tolera que otros le dicten, ni el contenido de sus decisiones ni su calendario”.
Kristersson y Orban se reunieron la semana pasada en la capital húngara, donde parecieron alcanzar una reconciliación decisiva tras meses de tensiones diplomáticas.
El pasado fin de semana, un grupo bipartidista de senadores estadounidenses visitó Hungría y anunció que presentaría una resolución conjunta al Congreso condenando el supuesto retroceso democrático de Hungría e instando al gobierno de Orbán a levantar inmediatamente su bloqueo al ingreso de Suecia en la OTAN.
El ingreso de Suecia en la OTAN se produjo en torno al segundo aniversario de la invasión rusa a Ucrania, aunque ambos países llevan enfrentados desde 2014, y grandes porciones del Ucrania oriental están en poder de Rusia desde 2015.