El presidente argentino, Javier Milei, que en su día calificó al Papa Francisco de nefasto y otros epítetos, admitió lunes que tuvo que reconsiderar algunas posiciones tras conocer en persona al líder de la fe católica y compatriota de Buenos Aires.
Luego de referirse al Pontífice como el argentino más importante en la televisión italiana, despotricó contra el papel del Estado y el comunismo.
Milei admitió en su entrevista que en un país como Argentina, que tiene tantas raíces católicas tuvo que reconsiderar algunas posiciones y, a partir de ese momento, empezamos a construir una relación positiva con Francisco, con quien mantuvo una reunión privada de más de una hora, que superó con creces la duración de la mayoría de los encuentros con cualquier mandatario extranjero.
El mandatario argentino calificó al Estado de asociación ilícita y definió al comunismo como una enfermedad del alma. Dijo que cuando el socialismo ha sido bien aplicado, han asesinado a más de 6 millones de seres humanos.
Filosóficamente soy un anarcocapitalista y por eso siento un profundo desprecio por el Estado. Creo que el Estado es el enemigo, creo que el Estado es una asociación criminal, sentenció. El método que se utiliza en el mercado es la inversión, el comercio, y el método del Estado es precisamente el robo, y por lo tanto el Estado no sólo es la mayor organización criminal del mundo, sino también el mayor ladrón estacionario del mundo.
Un ladrón ataca de vez en cuando, pero cada vez que vas a comprar algo a un sitio, el Estado te está robando a través de los impuestos; por lo tanto, el Estado te roba todos los días, prosiguió Milei.
El Estado tiene poder para arrestar gente, a los políticos no les afecta, no ven su poder en juego. Pero en esto me di cuenta de que la única forma de entrar en el sistema era dinamitarlo, añadió.
Respecto al fracaso de su proyecto de la llamada Ley Ómnibus en el Congreso, Milei insistió en que la mayor parte del texto consistía en reformas estructurales destinadas a devolver el poder y la libertad a los argentinos.