El llamado conflicto armado interno de Ecuador sumó un nombre más a su lista de víctimas mortales a última hora del pasado miércoles cuando la concejala Diana Carnero, de 29 años, del municipio costero de Naranjal, fue asesinada a tiros en lo que se cree que fue un caso de asesinato por encargo.
Según las últimas decisiones del presidente Daniel Noboa, se ha facultado a las Fuerzas Armadas para que ayuden a las fuerzas del orden a controlar las ciudades en las que, en ocasiones, reinan las bandas de narcotraficantes.
Carnero fue ultimada en medio de una calle del sector Corona 2 de Naranjal, municipio de la provincia costera del Guayas, cuya capital es Guayaquil. Según la revista Vistazo, la concejala, del movimiento Revolución Ciudadana, liderado por el expresidente Rafael Correa (2007-2017), falleció en un centro de salud de Naranjal, a donde fue trasladada de urgencia tras el ataque.
La excandidata presidencial de la Revolución Ciudadana Luisa González escribió en X que Acabo de enterarme que hoy asesinaron a nuestra compañera Diana Carnero, concejala de Naranjal. Un abrazo sentido a su familia.
La activista de derechos humanos Jhajaira Urresta expresó su profundo dolor por la muerte de Carnero y dijo que el Estado debe responder por la seguridad de todos.
Por estos crímenes, las autoridades deberían indignarse y brindar protección real, añadió.
Cantero se sumó así a la lista de fiscales, jueces y políticos asesinados, como el alcalde de Manta, Agustín Intriago, o el candidato presidencial Fernando Villavicencio.
El presidente Daniel Noboa declaró el estado de excepción a principios de enero y decretó una situación de conflicto armado interno en un intento de frenar una espiral de violencia en las cárceles y en las calles de todo el país, atribuida a grupos del crimen organizado. Al declarar el conflicto armado interno, el gobierno identificó al menos a 22 grupos de delincuencia organizada transnacional y los clasificó como organizaciones terroristas y actores beligerantes no estatales.
La violencia se disparó después de que Noboa anunciara su Plan Fénix para recuperar el control en las prisiones, donde más de 450 reclusos fueron asesinados desde 2020. Ecuador se ha convertido en uno de los países más violentos, con 45 homicidios dolosos por cada 100.000 habitantes en 2023.