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Francia nombra al primer ministro más joven de su historia y abiertamente gay
“Mi objetivo será mantener el control de nuestro destino y liberar nuestro potencial francés”, dijo Attal durante la ceremonia de traspaso de poderes Gabriel Attal, de 34 años, se ha convertido este martes en el primer ministro más joven de la historia de Francia. Fue nombrado después de que Élisabeth Borne, de 62 años, dimitiera el lunes tras las indicaciones del presidente Emmanuel Macron de que quería sustituirla, en un movimiento para reconstruir su poder político de cara a las elecciones europeas y los Juegos Olímpicos de París, según fuentes gubernamentales citadas por medios locales.
Además de por su edad, Attal también hace historia por ser el primer hombre abiertamente homosexual que ocupa ese cargo. Se le ha encomendado frenar la llegada al poder de los movimientos de extrema derecha en 2027, reforzando el rearme “industrial, económico, europeo” y también “cívico” de Macron, de 46 años, para impulsar su segundo mandato.
“Sé que puedo contar con tu energía y compromiso para poner en marcha el proyecto de rearme y regeneración que he anunciado”, escribió Macron en la X, en un mensaje dirigido a su nuevo jefe de Gobierno.
“Mi objetivo será mantener el control de nuestro destino y liberar nuestro potencial francés”, dijo Attal durante la ceremonia de traspaso de poderes, en la que se comprometió a centrarse en el trabajo, la empresa, la juventud y la escuela. Hasta el lunes, Attal ocupaba el cargo de Ministro de Educación.
Según su carta de dimisión, Borne dio un paso al costado después de que Macron le comunicara su deseo de nombrar un nuevo primer ministro. Sus 20 meses al frente de un Gobierno sin mayoría absoluta en el Parlamento estuvieron marcados por las protestas contra la reforma de las pensiones, impuesta mediante un decreto, y por los disturbios urbanos de mediados de 2023.
“Nunca me eché atrás en ninguna reforma. Llevé a cabo los proyectos que consideré justos y necesarios para nuestro país. Y he mantenido el rumbo marcado por el Presidente”, dijo Borne.
La aprobación en diciembre de una reforma migratoria para ganarse a los movimientos de derecha dividió al partido gobernante e impulsó a Macron a relanzar su segundo mandato.
La carrera política de Attal comenzó en el Partido Socialista antes de unirse a las filas de Macron en 2016. Durante sus seis meses como ministro de Educación, el hijo de un productor de cine y antiguo alumno de la elitista Escuela Alsaciana de París abogó por una escuela de “derechos y deberes”, prohibió la abaya -el vestido que llevan las mujeres musulmanas- y se mostró abierto a experimentar con el uso de uniformes. Su ascenso político recuerda al de Macron, que llegó a la presidencia en 2017 con 39 años.
“Emmanuel Macron se sucede a sí mismo”, bromeó el líder socialista Olivier Faure. “Attal retoma su puesto de portavoz. El papel de primer ministro desaparece”, añadió su colega de izquierdas, Jean-Luc Mélenchon.
La líder de extrema derecha Marine Le Pen habló de un “ballet infantil de ambiciones y egos” e insistió en que el cambio de Gobierno comenzará el 9 de junio, con las elecciones al Parlamento Europeo. El partido de Le Pen, cuya candidatura cobra fuerza para las presidenciales de 2027, lidera las encuestas europeas con un 27% de intención de voto, seguido del 19% de la alianza gobernante, según un reciente sondeo de OpinionWay.
La alianza centrista de Macron perdió la mayoría absoluta en 2022 y desde entonces ha tenido que contar con el apoyo de la oposición de derechas para aprobar sus reformas clave en el Parlamento francés, lo que ha provocado tensiones con la sector izquierdista de la coalición gobernante.
Con su dimisión, Borne asumió en cierto modo la culpa de las últimas reformas impopulares, en particular las relativas a las pensiones y la inmigración. Había sobrevivido a 30 mociones de censura.
“Tu trabajo al servicio de nuestra nación ha sido ejemplar cada día. Has liderado nuestro proyecto con el coraje, el compromiso y la determinación de las mujeres de Estado. Gracias de todo corazón”, escribió Macron a Borne en la X tras su maniobra para neutralizar su propia imagen negativa.
