El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ejerció su derecho de veto a la ley aprobada por el Congreso sobre el plazo de propiedad de las tierras ancestrales de las comunidades indígenas, informó la Agencia Brasil.
Lula decidió vetar parcialmente el proyecto de ley que establecía que los pueblos indígenas sólo tenían derecho a las tierras que ocupaban o reclamaban hasta el 5 de octubre de 1988, cuando se aprobó la actual Constitución Federal. Esta tesis es conocida como el marco temporal. La decisión del jefe de Estado iba a ser publicada en una edición extra del Diario Oficial de la Unión (DOU).
El proyecto de ley 2.903/2023 fue aprobado por el Congreso Nacional el 27 de septiembre. Una semana antes, el Supremo Tribunal Federal (STF) había invalidado la tesis del plazo, aunque definía una indemnización para los ocupantes de buena fe. En ese momento, el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco (PSD-MG), negó que el proyecto fuera aprobado para desafiar al STF.
Hoy veté varios artículos del Proyecto de Ley 2903/2023, junto a la ministra @GuajajaraSonia y a los ministros @padilhando y @jorgemessiasagu, de acuerdo con la decisión de la Corte Suprema sobre el asunto. Hablemos y sigamos trabajando para que tengamos, como hoy... escribió Lula en redes sociales.
Preguntada sobre las expectativas de los grupos nativos, que exigían un veto total, la ministra de Pueblos Indígenas, Sônia Guajajara, dijo que los puntos que no fueron vetados no perjudican la política indígena. Lo que quedó es lo que está en alguna disposición legal, que no cambiará nada de lo que ya tenemos garantizado en la Constitución Federal, y ahora en la última decisión del STF. Estamos totalmente abiertos al diálogo con el movimiento indígena, para aclarar y construir, así como con el propio Congreso Nacional.
Además del plazo, que ya fue considerado inconstitucional por el STF, fue vetada la posibilidad de pagar indemnización previa por las demarcaciones, según el Procurador General de la Unión, Jorge Messias. La posibilidad de revisar demarcaciones ya realizadas, el cultivo de transgénicos, la minería y la construcción de carreteras en tierras indígenas sin autorización de las comunidades indígenas fueron otros puntos vetados.
Con la promulgación parcial de Lula, las disposiciones vetadas vuelven al Congreso para un nuevo análisis.
Un veto es el desacuerdo del Presidente de la República con un determinado proyecto de ley aprobado por las Cámaras Legislativas del Congreso Nacional. La Constitución estipula que debe ser considerado por los parlamentarios en una sesión conjunta, y se requiere la mayoría absoluta de votos de los diputados federales (al menos 257) y senadores (al menos 41) para que sea rechazado.
(Fuente: Agencia Brasil)