El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, elogió este miércoles a su colega estadounidense, Joseph Biden, por apoyar la huelga de los trabajadores del sector automovilístico en Detroit, justo una semana después de que ambos jefes de Estado firmaran un acuerdo sobre el rol de los sindicatos.
Ayer tuve un momento de gran felicidad, vi al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, con el megáfono durante una huelga de trabajadores; esto, después de que discutimos un proyecto de dignidad en el mundo del trabajo entre Brasil y Estados Unidos, en Nueva York, dijo Lula en X (antes Twitter).
Lula, antiguo dirigente sindical, subrayó que es importante que los presidentes se preocupen por la situación del mundo del trabajo. Biden defendió a los trabajadores del sector automovilístico que llevan 13 días en huelga e insistió en que merecen un aumento salarial significativo.
Manteneos firmes, animó Biden a través de un megáfono, mientras caminaba por la línea de piquetes, con una gorra de béisbol de la United Auto Workers (UAW) e intercambiando afectuosos saludos con los trabajadores.
La semana pasada, Lula y Biden se reunieron en Nueva York y presentaron un proyecto conjunto para fortalecer los sindicatos, dar más visibilidad a los trabajadores en los foros internacionales y combatir la precariedad laboral.
No hay democracia sin un sindicato fuerte, porque el sindicato es efectivamente el que habla por el trabajador para intentar defender sus derechos, dijo entonces Lula. También propuso una alianza con Estados Unidos por el trabajo decente después de que Biden, en su discurso de investidura, dijera que los trabajadores estadounidenses habían sido los verdaderos constructores de la nación.
En su manifiesto conjunto, Biden y Lula se pronunciaron a favor de poner a los trabajadores en el centro de las decisiones políticas.
Lula también señaló que tal entendimiento anunciaba el renacimiento de una nueva era en la relación entre Brasil y Estados Unidos, una relación entre iguales, soberanos, de interés común.
Biden replicó que ambos países tienen la obligación de conducir a las próximas generaciones hacia un mundo con mejores oportunidades.