El expresidente brasileño Jair Bolsonaro declaró este miércoles ante la Policía Federal durante cerca de dos horas sobre sus supuestos planes previos al 1 de enero y negó haber participado en el complot denunciado por el senador Marcos do Val para dar un golpe de Estado contra el actual mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva.
Fue la cuarta declaración de Bolsonaro ante la policía, que también lo investiga por fomentar actos antidemocráticos, intentar apropiarse de joyas cedidas por Arabia Saudí que en realidad pertenecen al Estado, y por presunto fraude con certificados de vacunación contra la Covid-19, entre otros casos. Ya fue inhabilitado durante ocho años por abuso de poder durante la campaña de 2022.
Nunca tuve ninguna relación con ese senador, dijo Bolsonaro a la prensa. Aunque reconoció que el pasado 8 de diciembre, cuando aún estaba en el poder, lo recibió en el Palacio de la Alvorada junto al exdiputado ultraderechista Daniel Silveira. Bolsonaro expresó que la reunión duró unos 20 minutos y que en ella se trataron asuntos políticos, pero de ninguna manera conspiraciones o golpes de Estado, algo que no habría aceptado.
Según Do Val, Bolsonaro y Silveira le sugirieron que concertara una reunión con el juez Alexandre De Moraes, presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE) y miembro del Supremo Tribunal Federal (STF). A Do Val le pidieron que grabara la conversación con De Moraes sin que este lo supiera y consiguiera que aceptara alguna supuesta irregularidad para favorecer a Lula, lo que serviría para invalidar las elecciones y mantener a Bolsonaro en el cargo.
El expresidente insistió en que en esa reunión el nombre de Alexandre De Moraes ni siquiera fue pronunciado y dijo no imaginar las razones que llevaron a Do Val a su denuncia. Es el senador quien debe responder por sus actos, aseveró. El propio De Moraes admitió que en diciembre pasado se reunió con el senador, quien le reveló el supuesto complot urdido por Bolsonaro pero se negó a presentar una denuncia formal.
Me dijo que era un asunto de 'inteligencia' y que no podía confirmarlo, ante lo cual me limité a darle las gracias porque lo que no es oficial no existe, declaró entonces el magistrado.
Sin embargo, una vez que el senador hizo públicos estos supuestos planes y dadas las diferentes versiones que presentó sobre el caso, De Moraes determinó que se investigara el asunto.
El proceso se sumó a las causas abiertas tras el 8 de enero, cuando bolsonaristas radicales invadieron las sedes de los tres poderes del Estado en un intento de forzar un golpe contra Lula, que había asumido el poder una semana antes.