Las autoridades argentinas anunciaron este jueves que ”se realizará el pago de 2.700 millones de dólares al FMI correspondiente al segundo trimestre, parte en Derechos Especiales de Giro (DEG) del Tesoro y parte con yuanes, sin utilizar reservas del Banco Central”.
La vocera presidencial Gabriela Cerruti también dijo que con el pago al FMI se cumple el compromiso de que no se pondrá en riesgo la acumulación de reservas del Banco Central.
El yuan o renminbi es la moneda de curso legal de la República Popular China. Argentina renovó este año un acuerdo de swap de divisas con China por 130.000 millones de yuanes (unos 19.000 millones de dólares). Los Derechos Especiales de Giro (DEG) son un activo de reserva internacional utilizado por el FMI. Su valor se basa en una cesta de cinco divisas: el dólar estadounidense, el euro, el renminbi chino, el yen japonés y la libra esterlina.
Argentina tiene una inflación interanual superior al 110% y una tasa de pobreza del 40%, según la agencia oficial de estadística Indec, aunque la actividad económica está en alza, con un incremento interanual del 1,3% en el primer trimestre de 2023.
Estamos tratando de saldar la discusión del próximo semestre, o dos trimestres, con el FMI y, en las próximas horas, se conocerá el programa con el organismo, dijo a principios de esta semana el ministro de Economía y aspirante presidencial, Sergio Massa. Una obsesión que tiene que tener el próximo presidente es juntar todos los dólares que Argentina necesita para pagarle al FMI y sacarlo de Argentina para nunca más volver, dijo también Massa.
El crédito original del FMI ascendía a 57.000 millones de dólares, contraídos por Argentina durante el Gobierno del liberal Mauricio Macri. Pero tras ganar las elecciones de 2019, Fernández pidió al FMI que cancelara el resto de los desembolsos porque -argumentó entonces- el país no tiene dólares para devolver.
El Ministerio de Economía argentino explicó que el FMI puede cambiar el yuan por DEG y que el comprador probablemente será China, pero puede ser cualquier otro país.
La Casa Rosada negocia con las autoridades del FMI modificar las condiciones del programa de la deuda de 44.000 millones de dólares, firmado en marzo del año pasado, para flexibilizar algunas metas. El gobierno de Alberto Fernández busca postergar los pagos debido a las dificultades para recaudar dólares de las exportaciones agrícolas por una sequía récord, y por la enorme brecha cambiaria entre el dólar oficial y el paralelo o blue (eufemismo para referirse al mercado negro).
Por su parte, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció el jueves que permitirá a la banca minorista ofrecer cuentas en yuanes, para que el renminbi sea una moneda admitida por las entidades financieras del país.
El BCRA afirmó que ”la medida es complementaria a la decisión de la Comisión Nacional de Valores (CNV) que habilitó la negociación de valores negociables en yuanes en el mercado financiero local e insistió en que el mecanismo de swap que Argentina y China decidieron renovar puede servir para otorgar liquidez a las operaciones financieras realizadas en la moneda yuan.”