La decisión del alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodíguez Larreta, de celebrar las elecciones municipales simultáneamente con las federales, aunque con urnas diferentes (y electrónicas), ha desatado fricciones entre la coalición opositora argentina Juntos por el Cambio (JxC), en particular con el ex presidente Mauricio Macri.
También está en desacuerdo con la medida la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, quien busca desafiar a Larreta en las próximas elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).
En este escenario, Macri encabezó el martes una cumbre de la mayoría de los líderes de JxC, a la que Larreta no asistió. El alcalde porteño insistió en que, según el Código Electoral de la Ciudad, debe utilizar una boleta única que contenga los nombres de todos los candidatos; de ahí la necesidad de una urna separada y cuestionó a Macri por no querer que cumpla la ley. No participo de discusiones internas, dijo Larreta. Nunca me van a escuchar criticar [o] cuestionar a otro miembro de JxC, agregó.
Con un tono de voz calmo, Larreta explicó que con el sistema que eligió implementar no hay favorecidos, al tiempo que defendió su potestad para determinar cuándo y cómo votan los porteños. Si hay alguna diferencia, la discutimos. Pero es una decisión que tomo como jefe de Gobierno, lo que ha enfurecido a Macri.
Larreta también se comprometió a llevar el sistema de Boleta Única Electrónica a las elecciones federales si la gente me elige como Presidente.
Al anunciar que no se presentaría a las elecciones presidenciales, Macri esperaba conservar cierto poder de decisión dentro de su espacio político. El hecho de que su ex ayudante se lance en solitario parece anunciar el apoyo de Macri a Bullrich, según analistas políticos porteños consultados por MercoPress. Pero esa decisión aún no fue anunciada.