El ex presidente peruano Pedro Castillo Terrones dijo el lunes que está secuestrado e insistió en que Dina Boluarte, que juró el cargo tras su destitución, es una usurpadora.
En una carta desde la prisión de Barbadillo, donde está recluido por rebelión tras intentar disolver el Parlamento, Castillo también pidió que cesen los abusos: Os hablo en el momento más difícil de mi gobierno, humillado, incomunicado, maltratado y secuestrado, pero así revestido de vuestra confianza y lucha, de la majestad del pueblo soberano, pero también infundido por el espíritu glorioso de nuestros antepasados, escribió. La carta fue publicada a través de la cuenta de Twitter de Castillo.
La fiscal general, Patricia Benavides, presentó el lunes una denuncia constitucional contra Castillo y tres de sus ministros por los presuntos delitos de rebelión y conspiración. En su presentación ante el Congreso, Benavides calificó a Castillo como coautor del delito contra los Poderes del Estado y el Orden Constitucional-Rebelión y, subsidiariamente, por el delito contra los Poderes del Estado y el Orden Constitucional-Conspiración.
El pasado miércoles Castillo anunció que disolvía el Congreso y ponía en marcha un gobierno de emergencia, que se manejaría mediante decretos-leyes, convocaría una asamblea constituyente y llevaría a cabo una reorganización del poder judicial.
En su carta del lunes, Castillo subrayó que era incondicionalmente fiel al mandato popular y constitucional que dice ostentar como presidente y afirmó que no renunciará a sus altas y sagradas funciones. También criticó a su compañera de fórmula, Boluarte, y en particular su idea de adelantar las elecciones a abril de 2024.
Lo dicho recientemente por una usurpadora no es más que los mismos mocos y babas de la derecha golpista, por lo que el pueblo no debe caer en su juego sucio de nuevas elecciones, subrayó Castillo al tiempo que insistió en su liberación inmediata y en la instauración de una asamblea constituyente.
Dos personas han muerto en protestas en todo el país exigiendo su liberación