Los presidentes Xi Jinping, de China, y Joseph Biden, de Estados Unidos, coincidieron en la necesidad de evitar un conflicto armado durante su reunión en Bali, Indonesia, en el marco de la Cumbre del G20. Fue el primer encuentro cara a cara entre ambos líderes desde que Biden fue elegido.
En un momento en el que la relación entre las dos superpotencias se encuentra en mínimos históricos, sobre todo en lo que respecta a la cuestión de Taiwán, Biden insistió en que no hay nada que sustituya a los encuentros personales para evitar la escalada del conflicto. El mundo está en una encrucijada y espera que China y Estados Unidos gestionen adecuadamente su relación, añadió.
También causan desavenencias entre las dos superpotencias las pruebas militares de Corea del Norte y los puntos de vista opuestos respecto a la guerra en Ucrania.
Xi, en el poder desde 2012, ha sido reelegido recientemente por el Partido Comunista Chino para un tercer mandato sin precedentes, rompiendo con una tradición según la cual sus predecesores dejaban el cargo tras 10 años.
Biden también afirmó sentirse más fuerte tras las elecciones legislativas en Estados Unidos, en las que su partido mantuvo el control del Senado.
En cualquier caso, no había mucho optimismo en cuanto a que la reunión lograra algún progreso significativo. A finales de julio, ambos líderes mantuvieron una franca” conversación telefónica de 137 minutos en la que Xi advirtió al presidente estadounidense que no debía jugar con fuego con respecto a Taiwán. Biden ratificó que la posición de su país no ha cambiado”.