MercoPress, in English

Jueves, 25 de abril de 2024 - 08:10 UTC

 

 

Comienza el 39º período de sesiones de la CEPAL en Buenos Aires

Martes, 25 de octubre de 2022 - 09:47 UTC
La CEPAL prevé que las economías de América Latina y el Caribe crecerán un 3,2% en 2022 y un 1,4% en 2023 La CEPAL prevé que las economías de América Latina y el Caribe crecerán un 3,2% en 2022 y un 1,4% en 2023

El Presidente de Argentina, Alberto Fernández, y el Secretario Ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), José Manuel Salazar-Xirinachs, inauguraron este lunes en Buenos Aires el 39º período de sesiones del organismo de las Naciones Unidas.

También participó en el acto el Ministro de Asuntos Exteriores de Costa Rica, Arnoldo André Tinoco, en representación del país donde se celebró el anterior encuentro, para dar formalmente el relevo a los organizadores de este año.

El acto del lunes en el Centro Cultural Kirchner (CCK) de la capital argentina contó con un mensaje grabado del Secretario General de la ONU, António Guterres, quien agradeció a la CEPAL “por buscar soluciones innovadoras basadas en la cooperación multilateral”.

“A los impactos de la pandemia se suman los derivados de la guerra en Ucrania. La CEPAL estima que 16 países no han recuperado sus niveles de PIB anteriores a la pandemia”, dijo Guterres.

El diplomático portugués también destacó que el objetivo de la CEPAL es “dinamizar los sistemas productivos e impulsar la inclusión social, una transición verde y una revolución digital justa”.

Asimismo, pidió que se implemente un plan de estímulo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para dar un impulso masivo al desarrollo sostenible de los países, incluidos los de renta media, en un contexto crítico a nivel mundial.

El presidente Fernández dijo que “la situación actual nos exige una mirada crítica y respuestas innovadoras para diseñar políticas y soluciones hechas en y para América Latina y el Caribe”.

Agregó que en América Latina “la brecha entre ricos y pobres es la más grande del mundo”, y llamó a “encontrar caminos para no postergar el desarrollo de las sociedades que necesitan crecer en un marco de mayor equidad”.

“El hecho de haber sobrevivido a una época tan tremenda nos impone el imperativo ético de cambiar este presente. Es hora de derribar muros y construir puentes. Tenemos el deber moral de unirnos en este esfuerzo común”, instó Fernández.

Salazar-Xirinachs subrayó que América Latina y el Caribe están “necesitados y deseosos de políticas audaces y transformadoras que ofrezcan soluciones realistas y pragmáticas a sus agudas carencias y brechas económicas, sociales y ambientales, y que resuelvan muchas de sus necesidades más básicas”.

También destacó la presentación del documento “Hacia la transformación del modelo de desarrollo en América Latina y el Caribe: producción, inclusión y sostenibilidad” para “avanzar, no retroceder”.

En el documento, la CEPAL señala diez “motores del desarrollo sostenible”, así como un conjunto de políticas monetarias y fiscales para superar las dificultades actuales y avanzar hacia ese modelo.

El texto, de cinco capítulos, menciona la transición energética, la electromovilidad, la economía circular, la bioeconomía, la transformación digital, la manufactura para la salud, la economía circular, el turismo sostenible y el aprovechamiento del potencial de las pequeñas y medianas industrias como áreas prioritarias para la transición hacia un nuevo paradigma de desarrollo.

También señala las políticas macroeconómicas a nivel regional para acelerar el crecimiento y combatir la inflación a través de políticas monetarias consistentes y medidas fiscales que aceleren la inversión.

“Las recientes previsiones de la CEPAL muestran una desaceleración del crecimiento de la actividad económica, con un importante estancamiento de la inversión. Asimismo, se prevé una lenta recuperación del empleo, con un aumento considerable de la informalidad. A esto se suma un aumento de la inflación a niveles no vistos desde la crisis financiera mundial, apuntalado por el aumento de la inflación externa y el alto costo de la energía y los alimentos en los mercados internacionales”, señaló el organismo.

Según la CEPAL, la tasa de inflación en la región alcanzó el 8,4% en junio pasado, 1,8 puntos porcentuales por encima de la registrada durante la crisis financiera mundial. La CEPAL también estimó que las economías de América Latina y el Caribe crecerán un 3,2 % en 2022 y “se espera una fuerte desaceleración con un crecimiento proyectado del 1,4 % en 2023”.

El organismo también recomendó promover inversiones y financiamiento para acelerar la transición energética, garantizar el acceso universal a la electricidad, crear empleos verdes y desarrollar cadenas de valor de energías renovables como vectores de desarrollo y seguridad energética.

”La CEPAL (2020) demostró que, con inversiones anuales equivalentes al 1,3 % del PIB regional durante una década, se lograría una mayor integración eléctrica regional y el 100 % de energías renovables en la generación de electricidad, con una reducción del 31,5 % de las emisiones de dióxido de carbono (CO2), y se crearían siete millones de nuevos empleos verdes, con sus correspondientes ingresos salariales“, señaló el documento.

Entre los retos energéticos, se calificó de ”imperativo“ y ”factible“ el desarrollo de la cadena de valor del hidrógeno verde, mientras que se destacó el papel del litio en la transición a la electromovilidad.

”La región puede aprovechar el potencial del hidrógeno verde no solo para la transición energética y la descarbonización a largo plazo de sus economías, sino también para generar un nuevo estilo de desarrollo justo y sostenible“, argumentó la CEPAL. También recomendó aumentar las inversiones en sectores clave para la transformación digital con una duplicación, para 2030, de las inversiones en los sectores de la electrónica y las tecnologías de la información. La CEPAL pidió entonces aumentar el gasto público en salud, incluyendo la industria farmacéutica, mientras que, en relación a la economía circular, instó a promover un mejor uso de los materiales en la economía duplicando las inversiones en reciclaje para 2030.

Por su parte, el canciller argentino, Santiago Cafiero, señaló que ”la desigualdad nos desafía“ a ”reducir las brechas“ entre los países desarrollados y en desarrollo.

Cafiero también explicó que, desde su fundación en 1948, la CEPAL ”nunca fue una organización burocrática, siempre tuvo vida, alma, espíritu“ y que ”no se quedó sólo en los principios“.

El ministro anfitrión también dijo que el documento de la CEPAL constituye ”una valiosa hoja de ruta, con diagnósticos precisos de la región y de un mundo en incertidumbre.”