Un científico nacido en Suecia y residente en Leipzig (Alemania) ha sido galardonado este lunes con el Premio Nobel de Medicina 2022 por sus hallazgos sobre el ADN prehistórico.
Svante Pääbo, que actualmente tiene 67 años, descubrió en 2009 que el 2% de los genes habían pasado de estos homínidos ya extintos al Homo sapiens. Pääbo, natural de Estocolmo, recibió el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2018 en España. Su padre, Sune Bergström, ya recibió el Premio Nobel de Medicina en 1982 por sus descubrimientos sobre las hormonas. Svante Pääbo lleva el apellido de su madre, la química estonia Karin Pääbo.
La secuenciación completa del genoma neandertal y la fundación de esta disciplina que analiza el ADN de la antigüedad para descifrar los genes humanos demostró que el flujo genético antiguo hacia el hombre actual tiene un impacto fisiológico, por ejemplo, en la forma en que el sistema inmunitario reacciona a las infecciones.
Pääbo es actualmente director del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva.
Al revelar las diferencias genéticas que distinguen a todos los humanos vivos de los homínidos extintos, sus descubrimientos han proporcionado la base para la exploración de lo que nos hace únicos a nosotros, los humanos, dijo el jurado.
Gracias a la secuenciación de un hueso encontrado en Siberia en 2008, Pääbo pudo revelar la existencia de un homínido diferente y desconocido hasta entonces, el hombre de Denisova, que vivió en la actual Rusia y Asia.
Su trabajo había demostrado recientemente que los enfermos de Covid-19 con un segmento de ADN neandertal -en su mayoría en Europa y el sur de Asia- heredado de un cruce con el genoma humano hace unos 60.000 años, tienen más riesgo de sufrir complicaciones graves de la enfermedad. Las diferencias genéticas entre el Homo sapiens y nuestros parientes desaparecidos más cercanos no se conocían hasta que se identificaron gracias al trabajo de Pääbo, añadió el comité en su decisión.
El investigador sueco consiguió superar las dificultades de estudiar el ADN deteriorado por el paso del tiempo, ya que después de miles de años sólo se disponía de restos muy contaminados. La gran contribución de Pääbo fue haber ideado trucos químicos para poder analizar el ADN antiguo, explicó un miembro del comité.
El hombre de Neandertal cohabitó durante un tiempo con el hombre de la edad moderna en Europa antes de desaparecer por completo hace unos 30.000 años.
Se espera que los premios se prolonguen hasta el 10 de octubre, fecha en la que se anunciará el esperado Premio de la Paz.
También se le atribuye el descubrimiento de la subespecie de humanos arcaicos, hasta ahora desconocida, denominada hominino Denisova. Pääbo también descubrió que había habido una transferencia de genes de los homininos Denisova al Homo sapiens, lo que apunta a que las dos subespecies procrearon en algún momento mientras coexistían.
Este descubrimiento tiene una relevancia significativa para perfilar nuestro conocimiento de la diferencia en la fisiología de los humanos actuales, especialmente en lo que se refiere a las diferentes inmunidades. A medida que aprendemos más y más sobre los genomas de diferentes partes del mundo, es importante tener estos puntos de referencia que nos hablan de nuestra historia... en términos de saber más sobre nuestra evolución, y por supuesto las implicaciones médicas.
Entre los grandes perdedores del anuncio del lunes se encuentra la bioquímica húngara Katalin Kariko, conocida por sus revolucionarias investigaciones que condujeron al desarrollo de las primeras vacunas de ARNm para combatir el COVID-19, fabricadas por Pfizer y Moderna.