El presidente chileno, Gabriel Boric Font, dijo este martes ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York que su país tendrá una nueva Constitución en breve, después de que el 7 de septiembre fracasara el intento de aprobar un texto progresista a través de un referéndum.
Boric dijo a dignatarios de todo el mundo que tomaba con los ojos y el corazón bien abiertos el mensaje del pueblo, pero añadió que confiaba en que pronto se aprobaría una nueva Carta Magna que garantice el cambio con estabilidad.
El mandatario sudamericano insistió en que ningún país está exento de movilizaciones como las ocurridas durante el estallido social de 2019. Aquellas movilizaciones, en las que también se produjeron graves episodios de violencia y represión incontrolada por parte de las fuerzas de seguridad, fueron el inicio de un intenso proceso político que continúa hasta hoy, ejemplo de un malestar y un hartazgo que ha dejado perplejos a muchos observadores.
Desde ese punto de vista, Boric instó a otros gobiernos a anticiparse al descontento y buscar una mayor justicia social en sus propios países. Como resultado de ese conflicto, los políticos chilenos se comprometieron a sentar las bases de un nuevo contrato social y el pueblo apoyó mayoritariamente la creación de una Convención Constitucional, que produjo un documento demasiado progresista para su propio bien.
Boric admitió que los votantes rechazaron el borrador de forma clara y ha señalado que, aunque estaba a favor de la aprobación, no se toma la derrota en el referéndum como un fracaso propio. Un gobierno nunca puede sentirse derrotado cuando el pueblo se pronuncia, sostuvo. Es hora de buscar nuevas fórmulas para construir un nuevo terreno común, ofreció Boric a las demás fuerzas políticas de su país.
El presidente también consideró que el resultado del referéndum le había enseñado a ser más humilde y abordó la actualidad mundial diciendo que la emergencia climática, la guerra injusta en Ucrania y la guerra comercial entre Estados Unidos y Rusia o la pandemia del COVID-19 son causa de desestabilización global.
Boric también subrayó la crisis de los migrantes venezolanos en Sudamérica y pidió la liberación de los presos políticos de Nicaragua. El mandatario sudamericano, que a principios de esta semana se negó a recibir las credenciales del nuevo embajador de Israel en Santiago, pidió a la comunidad internacional que no naturalice las permanentes violaciones de los derechos humanos del pueblo palestino, al tiempo que admitió el legítimo derecho de Israel a vivir dentro de fronteras seguras.