Uruguay reanudó este jueves la vacunación de niños de entre 5 y 13 años contra el COVID-19 después de que un Tribunal de Apelación revocara a principios de esta semana el fallo del juez Alejandro Recarey que paralizaba el procedimiento terapéutico.
El director de Salud Pública, Miguel Asqueta, dijo que las autoridades habían temido que los centros de vacunación estuvieran llenos, al tiempo que destacó la importancia de las vacunas, especialmente en niños con diferentes patologías.
Recarey había accedido a un pedido del abogado Maximiliano Dentone, que actuó como querellante, pero el Ministerio de Salud (MSP) apeló el fallo del magistrado, que finalmente fue revertido.
La expresión es de alegría, aún no tenemos una evaluación, aunque pensamos que los centros de vacunación estarán llenos, subrayó Asqueta mientras se desplegaban puestos móviles de vacunación ofreciendo inyecciones contra el COVID-19 pero también contra la gripe y otros males.
El MSP está relanzando ahora su plan de vacunación. Es necesario generar un proceso de descongelamiento de las vacunas, explicó el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado. Agregó que hay vacunas que se perdieron porque han caducado tras la decisión de Recarey del 7 de julio.
Dentone argumentó que a pesar del fallo adverso, el MSP no cumplió con la normativa, dado que no hizo estudios propios sobre los componentes de la vacuna. Si te basas en los prospectos y no haces tu propio estudio, en mi opinión, no cumple con la ley.
La Sociedad Uruguaya de Pediatría (SUP) emitió un comunicado en el que sostiene que la derogación de la sentencia de Recarey significó una gran noticia para toda la sociedad, ya que los niños de esa edad podrán acceder a una vacuna segura y eficaz contra un virus que ha causado tanto daño.