PeruRail ha estado bajo una intensa vigilancia últimamente, ya que el incidente del martes no fue un hecho aislado Un choque frontal entre dos trenes en la ruta principal a la ciudadela inca de Machu Picchu dejó una persona muerta y al menos 40 heridas este martes. El accidente, ocurrido cerca del sitio arqueológico de Qoriwayrachina, provocó la suspensión indefinida de los servicios ferroviarios. Muchos viajeros quedaron varados, al tiempo que se revitalizaron las preocupaciones sobre la seguridad en el corredor turístico más importante del país.
Las autoridades locales confirmaron que el fallecido era un trabajador ferroviario identificado como Roberto Cárdenas. Según el capitán del Departamento de Policía de Cusco Jhonathan Castillo González, entre 30 y 40 pasajeros, incluidos varios extranjeros, sufrieron diversas lesiones. Los equipos de emergencia llegaron al lugar a primera hora de la tarde.
Se observaron vagones con ventanas rotas e importantes impactos frontales, mientras decenas de turistas fueron captados en cámara esperando junto a las vías, cerca de enormes formaciones rocosas, a que el personal médico evaluara a los heridos.
La colisión involucró a un tren que salía del pueblo de Aguas Calientes y otro que se dirigía al santuario. PeruRail, el operador principal, detuvo inmediatamente todas sus operaciones entre Cusco y Machu Picchu tras el accidente para permitir las investigaciones forenses y la limpieza de las vías.
El tren es fundamental para la industria turística de la región. Si bien se puede llegar a Machu Picchu tras una caminata de cuatro días por el Camino del Inca, la gran mayoría de sus 1,5 millones de visitantes anuales dependen del tren.
El accidente ocurrió en un momento en que el turismo en la región de Cusco enfrenta múltiples desafíos. Si bien el número de visitantes ha aumentado un 25% en la última década, la zona se ha visto afectada por la inestabilidad política en medio de un creciente número de protestas, sumado a huelgas contra privatizaciones, lo que provocó cierres temporales de la línea este año.
La fiscalía de Cusco ha iniciado una investigación oficial para determinar si la colisión se debió a una falla mecánica, errores de señalización o negligencia humana en la línea de vía única.
El historial de incidentes de PeruRail entre 2018 y 2025 incluye varios capítulos. En septiembre de 2023, cuando un convoy carguero descarriló debido a un desprendimiento de rocas en el kilómetro 80, el jefe del tren falleció debido a la caída de la locomotora en el río Vilcanota.
En septiembre de 2024, otro descarrilamiento en el kilómetro 82 provocó retrasos masivos, y los pasajeros fueron evacuados a otro convoy. Además, en julio de 2018, una colisión entre un tren de PeruRail y uno de Inca Rail dejó 16 heridos, incluidos cinco de gravedad.
Asimismo, este año, PeruRail se vio involucrada en un accidente peatonal mortal en una zona poblada de Cusco y en una colisión con un camión cerca de Puno debido a la deficiente señalización.
La mayor parte de la ruta se basa en una sola vía para el transporte bidireccional, lo que hace que los errores de sincronización y comunicación sean potencialmente letales, mientras que los frecuentes deslizamientos de tierra y desprendimientos de rocas en la geografía montañosa han provocado múltiples descarrilamientos. En regiones como Arequipa y Puno, la señalización inadecuada y la proximidad de las vías a zonas pobladas han provocado colisiones con vehículos y peatones, lo que ha sometido a PeruRail a una intensa vigilancia.