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Corte Constitucional da luz verde a suicidio médicamente asistido en Colombia
Colombia fue el primer país de América Latina en despenalizar la eutanasia La Corte Constitucional de Colombia dictaminó este miércoles, por 6 votos contra 3, la despenalización del suicidio médicamente asistido. La eutanasia en Colombia ya es legal, pero en este caso es el paciente y no el facultativo quien ejecuta la acción para acabar con su vida.
La decisión de la Corte fue emitida en una demanda presentada por el Laboratorio de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DescLAB). El caso había sido admitido por la Corte el 1 de septiembre de 2021, para revisar un artículo del Código Penal de Colombia que establece penas de entre 32 y 108 meses de prisión a quien “induzca efectivamente a otro al suicidio, o le preste ayuda eficaz para su realización.”
“Cuando la inducción o el auxilio tengan por objeto poner fin a un intenso sufrimiento derivado de una lesión corporal o de una enfermedad grave e incurable, se incurrirá en una pena de prisión de 16 a 36 meses”, añade el artículo impugnado.
DescLab explica que su objetivo es que “siempre que un profesional de la medicina preste asistencia a otra persona para acabar con su vida en determinadas condiciones, no reciba un castigo penal”.
“A diferencia de la eutanasia, en la que el profesional médico es el que causa la muerte de la persona, el profesional médico proporciona a través del suicidio médicamente asistido una ayuda o asistencia para que la persona sea la que cause su muerte”, señaló también DescLab.
“Tanto la eutanasia como el suicidio médicamente asistido tienen la misma finalidad, provocar la muerte de una persona que cumple los requisitos legales. La diferencia es el papel del médico y quién acaba provocando la muerte”, añadió.
Víctor Escobar, de 60 años, que padecía enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), diabetes e hipertensión, se convirtió a principios de año en el primer colombiano en recibir la eutanasia sin ser un paciente terminal.
Colombia fue el primer país de América Latina en despenalizar la eutanasia y es uno de los pocos en el mundo donde es legal en caso de enfermedad terminal cuando el paciente sufre mucho dolor, la solicita voluntariamente y la realiza un médico matriculado.
