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Bachelet: Ecuador debe poner fin a masacres en las cárceles

Miércoles, 11 de mayo de 2022 - 09:33 UTC
La ex presidenta chilena también pidió una reforma “urgente” del sistema judicial del país La ex presidenta chilena también pidió una reforma “urgente” del sistema judicial del país

La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos instó al Gobierno ecuatoriano del presidente Guillermo Lasso a tomar medidas concretas para poner fin a la actual sucesión de masacres en las cárceles, tras el motín del pasado lunes en un centro penitenciario que se saldó con 44 reclusos muertos.

“Debo subrayar que la responsabilidad del Estado por la seguridad de todas las personas bajo su custodia crea una presunción de responsabilidad del Estado por estas muertes”, dijo la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos y ex presidenta chilena en dos ocasiones, Michelle Bachelet. También pidió una reforma “urgente” del sistema judicial del país.

El incidente del lunes se produjo después de que otros 20 detenidos murieran a principios de año en un motín anterior. Las autoridades ecuatorianas sostienen que este tipo de violencia está relacionada con la rivalidad entre bandas de narcotraficantes.

Decenas de personas, en su mayoría mujeres, esperaban este martes noticias de sus familiares presos en la cárcel de Bellavista, en Santo Domingo, a unos 80 kilómetros de Quito, donde un enfrentamiento entre bandas dejó 44 muertos y decenas de heridos, mientras las autoridades comenzaban a recapturar a parte de los 220 detenidos que se fugaron durante los disturbios.

El Gobierno ecuatoriano debe considerar la hoja de ruta que se le ha propuesto “para garantizar la seguridad en las cárceles, mejorar las condiciones de los internos y garantizar una mejor gestión penitenciaria, que incluye el combate a la corrupción”, subrayó Bachelet, al tiempo que destacó que el del lunes no fue un caso aislado. “Estos preocupantes incidentes subrayan una vez más la urgente necesidad de una reforma integral del sistema de justicia penal, incluyendo el sistema penitenciario”.

Familiares desesperados de los reclusos esperaban el martes, por segundo día consecutivo, a las puertas de la cárcel para conocer la suerte de sus seres queridos. Un testigo citado por medios de comunicación locales dijo que los reclusos pedían ayuda a gritos, diciendo que no debían dejarlos morir allí. También describieron los acontecimientos como “una carnicería”.

En el motín de Santo Domingo se confirmó inicialmente la muerte de 41 reclusos. Minutos después, la Procuraduría General de la Nación actualizó la cifra a 43, y al final del día se confirmó otra muerte. El ministro del Interior, Patricio Carrillo, dijo a primera hora del lunes que la mayoría de los cuerpos “fueron expuestos y agredidos en los pabellones y en las celdas”.

La mayoría de las víctimas fueron asesinadas con armas blancas en sus celdas, y luego algunos presos utilizaron armas de fuego en su intento de fuga. Las autoridades encontraron rifles, pistolas, cuatro granadas y munición en la prisión.

En el motín del lunes, que comenzó alrededor de la 1:30 hora local, al menos 220 presos escaparon de los pabellones para salvar sus vidas o recuperar su libertad. Sólo 112 han sido recapturados, según se informó.

El ministro Carrillo dijo que los responsables del motín pertenecen a la misma organización criminal que perpetró otra masacre en la cárcel de El Turi hace un mes. Según las autoridades, los enfrentamientos del lunes fueron provocados por el traslado a la Cárcel de Bellavista de algunos de los líderes del llamado grupo “R7”, gracias a una medida judicial.

“Este tipo de traslados son los que perjudican la gobernabilidad de las cárceles”, dijo el jefe de la Dirección Penitenciaria, Pablo Ramírez.

El gobierno ecuatoriano decretó el estado de excepción hasta finales de junio en tres provincias del occidente (Guayas, Manabí y Esmeraldas), las más golpeadas por el narcotráfico, ante la violencia que se vive en las calles del país por el tráfico de drogas.

Esta nueva masacre es la mayor en lo que va del año 2022, por delante de la anterior, ocurrida hace un mes en la cárcel de la ciudad andina de Cuenca, en la que murieron 20 reclusos y al menos otros 10 resultaron heridos.

Ambos episodios tienen detrás a las mismas bandas rivales, dijo el ministro Carrillo en una rueda de prensa, con una organización llamada “Los Lobos” presuntamente responsable de las masacres al atacar al grupo disidente autodenominado R7.

Antes de estos episodios, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, se jactaba de que en los tres primeros meses de 2022 sólo habían muerto ocho presos en las cárceles ecuatorianas y que las muertes intracarcelarias se habían reducido en más de un 90% respecto al año anterior.

Categorías: Política, América Latina.