El presidente peruano, Pedro Castillo Terrones, anunció el sábado que contemplaba el uso de la castración química obligatoria para los violadores de menores, adolescentes y mujeres, en una medida para frenar el creciente número de este tipo de delitos. La iniciativa requeriría la aprobación del Congreso.
“Basta de tanta violencia, los delitos de violencia sexual contra los niños no serán tolerados por este gobierno, ni quedarán impunes. El dolor de esta familia también es nuestro, estoy indignado ante tanta crueldad”, dijo Castillo a periodistas tras el secuestro. y se hizo pública la violación de una niña de 3 años en la ciudad norteña de Chiclayo, en la región de Lambayeque.
“Este hecho atroz e inhumano nos lleva a una enorme reflexión como país para adoptar políticas públicas de Estado más severas para salvaguardar los derechos humanos de los más indefensos que son nuestros niños”, explicó Castillo.
Y la castración química es una opción, agregó. No podemos esperar más.
El presidente insistió en que esta alternativa debe incluirse en el Código Penal, al igual que sucede en países como Rusia, Polonia, Corea del Sur, Indonesia y Moldavia, así como en algunos de los Estados Unidos.
“Exhortamos al Congreso a apoyar medidas concretas a favor de los más vulnerables porque no podemos seguir tolerando estos hechos violentos que dañan nuestra integridad como sociedad y destruyen la vida de personas indefensas”, subrayó.
La castración química consiste en administrar fármacos que reducen la libido e inhiben el deseo sexual. Se aplica como método de prevención contra la agresión sexual y también como castigo para quienes cometen delitos de esta naturaleza.
Entre el jueves y el viernes se realizaron varias marchas en Lima y otras ciudades para exigir justicia para la niña que fue secuestrada y agredida sexualmente, presuntamente por Juan Antonio Enríquez, de 48 años, quien ahora se encuentra en prisión preventiva por nueve meses, mientras se llevan a cabo las investigaciones pertinentes.
Según el Ministerio de la Mujer, más de 21.000 menores han sido víctimas de violación en los últimos cuatro años. En 2021 se registraron 6.929 casos. Según la legislación vigente, los violadores de menores de 14 años en Perú son condenados a cadena perpetua.