Las autoridades económicas de Venezuela han vuelto a reportar una inflación mensual de un dígito para un país que se había acostumbrado a cifras astronómicas. Sin embargo, observadores independientes consideran que este dato es absurdo. El país está saliendo de la hiperinflación después de cuatro años.
Según un informe del Banco Central (BCV) difundido el miércoles, marzo registró un ajuste de 1,4%, el más bajo desde 2012. Fue el séptimo índice de precios mensual consecutivo por debajo del 10% para un total de 11,4% en el primer trimestre de 2022, contra 127,8% en el mismo período de 2021. En agosto de 2012, la inflación se ubicó en 1,1%.
“Con el resultado de marzo, la variación acumulada al cierre del primer trimestre del año se ubica en 11,4%, muy inferior a la obtenida en igual período del año anterior (127,8%)”, señaló el BCV a través de un comunicado.
Con este nuevo dato, la inflación anualizada se ubicó en 284,4%, “menos de una décima parte de la observada en marzo de 2021 (3.012,2%)”, agrega el documento. Sin embargo, sigue siendo uno de las más altas del mundo.
El BCV viene publicando periódicamente la variación de precios en los últimos meses, dejando atrás los retrasos habituales. En años anteriores pasaban meses sin cifras actualizadas.
El gobierno de Nicolás Maduro cree que la desaceleración es resultado de las políticas económicas adoptadas desde finales de 2018 cuando se relajaron los estrictos controles a la economía, mientras que otros analistas aseguran que la dolarización de facto, la reducción del déficit fiscal y la estabilidad en la cotización del dólar derivada de la constante inyección de fondos por parte del Estado en el mercado cambiario han influido en la desaceleración.
El Observatorio Financiero de Venezuela, vinculado a la oposición, cuestiona las cifras oficiales y ubica el índice de marzo en 10,5%. “La cifra de inflación de marzo de 2022 de 1,4% es un disparate (…) No le crean a esta cifra de una institución que ha ocultado los datos y publica lo que le conviene”, dijo el economista José Guerra, académico del observatorio.